Santi Mina es una de las pocas certezas en el mercado de verano del Valencia CF. El entrenador Marcelino García Toral ha dado la orden de que no se toque al delantero gallego y que no se escuche ninguna oferta por él. Es más, según ha podido saber Levante-EMV, el club trabaja desde hace semanas en la ampliación y mejora de contrato del futbolista, vinculado con la entidad de Mestalla hasta el 30 junio de 2021. Las conversaciones entre las dos partes están muy avanzadas y el acuerdo se podría anunciar en las próximas semanas.

Marcelino está prendado de las condiciones de Santi Mina y del arquetipo de futbolista al que representa. Al contrario que sucede con la fragilidad emocional de Simone Zaza, Mina representa una referencia fiable para el técnico. Un profesional callado, que no ha levantado la voz en sus periodos de suplencia y que, con trabajo, ha aprovechado sus oportunidades y se ha ganado por derecho propio subir de rango. Con humildad, una firme obediencia táctica y una sacrificada entrega, Mina ha ido puliendo las limitaciones técnicas de su fútbol hasta provocar que le sonrían las estadísticas, y ser un futbolista determinante.

Santi Mina nació en Vigo en diciembre del año 1995 y jugó en las categorías inferiores del Celta antes de pasar al primer equipo en la temporada 2012/13. El 5 de enero de 2013 firmó un contrato profesional que lo vincularía al celta hasta el año 2018.? Debutó con el Celta de Vigo en un partido de liga contra el Getafe el 16 de febrero de 2013 entrando como sustituto de Iago Aspas en el minuto 66 del encuentro.( )A lo largo de toda la temporada 2013/14, Mina comienza a ser utilizado con mayor asiduidad por el entrenador Luis Enrique, anotando un gol en el encuentro de Liga frente al Athletic en la derrota de los gallegos por 2-3. El 7 de diciembre de 2013, día en que el futbolista cumplía la mayoría de edad, Mina anotó su primer gol en Copa del Rey ante el Athletic durante el minuto 71 de partido. El 11 de abril de 2015, en la jornada 31 de la temporada 14/15 marcó 4 goles en el partido Celta - Rayo Vallecano, lo que lo convirtió en el jugador más joven que consigue un póker de goles en la Primera división en los últimos 80 años, siendo el 4º más joven en toda la historia.

El día 4 de julio de 2015 se confirmó de forma sorprendente el fichaje de Santi Mina por el Valencia CF, que efectuó el pago de su cláusula de rescisión de 10 millones de €, y firmó con su nuevo club un contrato hasta 2021.

Hay entrenadores capaces de virar, para bien o para mal, la trayectoria de un jugador. Que Marcelino se haya cruzado con Mina ha sido una bendición para un jugador lleno de potencialidad, pero sin una definición concreta. La campaña 2017-18 ha supuesto el año del gran cambio del delantero. Con sus 15 goles y un promedio de un tanto cada 129 minutos de juego, la cotización de Mina se ha disparado. Una intuición que ya manejaba Marcelino cuando, en la última semana de mercado del pasado verano, llegaba al club, como publicó la pasada semana Levante-EMV, una oferta de 15 millones de euros por un atacante que en ese momento tenía un presente incierto, tras unas dos primeras temporadas muy irregulares. La oferta se desestimó porque, entre otras razones, no daba tiempo a fichar a un sustituto, pero también supuso un alivio considerable para Marcelino, convencido de que podría exprimir el rendimiento de un jugador que había rendido por debajo de su capacidad real, como sucedería con la mayoría de futbolistas, como Rodrigo o Gayà, que se quedaron y recuperaron su nivel.