La economía del Valencia CF vuelve a emitir señales de vigor, de recuperación sólida. El club de Mestalla está en el camino de afrontar las obligaciones a 30 de junio con solvencia y las perspectivas positivas han espantado el temor al colapso societario con el que se veía el mismo «deadline» hace solo un año. Todos los astros parecen alinearse a favor. La tasación de la plantilla se ha revalorizado a casi el doble de su valor hace solo un año, de 176 a 299´2 millones (sin contar a Guedes ni al cedido Cancelo), lo que permitirá cumplir con las obligaciones del «fair play» financiero sin un aluvión de ventas. Con las salidas de Joao Cancelo y Simone Zaza, en una fase avanzada, se absorberán con creces los 45 millones para poder acudir al mercado sin restricciones. De hecho, es probable que el club realice alguna otra gran venta si no logra retener a alguno de sus activos más preciados.

El rendimiento deportivo del equipo en la primera temporada de Marcelino García Toral en el banquillo reactivado el precio de una plantilla que se había quedado estancada entre 2015 y 2017. Según la tasación del prestigioso observatorio suizo CIES, algunos futbolistas han quintuplicado su valkor, como es el caso de Rodrigo Moreno, etiquetado en 49´8 millones cuando no llegaban a 10 millones, hace solo un año.

La recuperación deportiva hace fluir a otras áreas. El regreso a la Liga de Campeones propiciará un ingreso mínimo de 40 millones, estimación que se superaría si se rebasa la fase de grupos. La Champions alimentará una partida seca en los últimos presupuestos, como era la de ingresos por competiciones deportivas, y así limitará la dependencia que el club tenía de los derechos televisión, que con los ingresos por debajo de los 100 millones de euros suponían el 70 % del dinero entrante. La recuperación total pasa, eso sí, por participar de forma regular en la Liga de Campeones.

Tiempo con Bruselas y con Lim

Otra victoria, momentánea, ha supuesto poder aplazar el pago de la multa de Bruselas de casi 25 millones, después de suspenderse la ejecución de la sanción que obligaba al Valencia CF a pagar antes del 5 de julio. Además, el máximo accionista Peter Lim ha accedido a prorrogar a largo plazo el pago de los 27 millones del préstamo que el club le debía devolver el 1 de julio. Dos noticias que permiten ganar tiempo mientras se consolide la previsión de ingresos. Así, la obligación más inmediata es la de los primeros 14 millones de amortización del préstamo de Bankia, que el club pagará en breve. Respecto a Porxinos, el club ha reclamado a Riba-roja de Túria y a la Generalitat un total de 43 millones por las consecuencias del PAI anulado. Dos demandas que desde la entidad se sostiene que tienen visos de salir adelante, pero que pretenden negociar.

Por último, el Centenario se presenta como una oportunidad para reactivar dos áreas anquilosadas, como los ingresos por taquilla y mercadotecnia. El «pack total» de abonos ha sido acogido con entusiasmo y en solo dos días de plazo de pre reserva de nuevos abonos, el club ya cubrió un cupo inicial de 3.000 pases. Por otro lado, una fiesta como el Centenario debería repercutir en un aumento en las ventas de todos los productos conmemorativos del emblemático evento.