El Valencia CF no invitó a ninguno de sus expresidentes a la fiesta de lanzamiento de las celebraciones por sus primeros 100 años de vida. La lista de ausentes la forman Paco Roig, Pedro Cortés, Agustín Morera, Juan Soler, Vicente Soriano, Amadeo Salvo, Agustín Morera, Manuel Llorente, Vicent Andreu y Amadeo Salvo.

Tampoco hubo jugadoras del primer equipo femenino en una celebración en la que actuaron de modelos de las nuevas equipaciones tres futbolistas hombres de la primera plantilla: José Luis Gayà, Carlos Soler y Ferran Torres.

A la rampa de salida de la fiesta del Centenario del club de Mestalla, celebrada ayer en la Ciutat de les Arts i les Ciències, fueron invitados algunos entrenadores de la cantera con sus respectivos equipos de niños, pero ni una sola niña futbolista. En uno de los vídeos, eso sí, aparecieron imágenes de niñas de la cantera del Valencia, que se desplazan la próxima temporada a la ciudad deportiva de Cracks.

En ambos casos, tanto en la ausencia de expresidentes como de mujeres futbolistas, el club lo justificó por el hecho de tratarse tan solo del primer acto.

En el repaso a veces emocionante por la historia de la entidad, siempre buscando un tono épico, se echó en falta un protagonismo en el escenario de los exfutbolistas presentes: los Roberto Gil, Guillot, Subirats, Voro, Arias, Forment, Carboni, Bossio, Camarasa, Sánchez, Albelda, Curro Torres, Jorge López, Serer... Sobró, por contra, un exceso protagonismo del actor Enrique Arce, que compartió un rato la presentación con el siempre solvente Paco Lloret, enciclopedia inabarcable del valencianismo.

Tampoco hubo representantes de otros clubes valencianos y poca presencia de la sociedad civil valenciana. Entre las autoridades políticas, la vicepresidente del Consell, Mònica Oltra, muy reclamada por los aficionados para hacerse fotos con ella; el conseller de Cultura y Deportes, Vicent Marzà; y la concejal de Deportes del Ayuntamiento de València, la socialista Maite Girau.

Existe sintonía entre el presidente del Valencia, el exdiplomático Anil Murthy, y los gobernantes del Botànic, sobre todo tras la ayuda del Consell para que Bruselas concediera la cautelarísima a la multa de 23,4 millones sobre el club de Mestalla.

Con todo, lo más prescindible de la gala fue el final, cuando el grupo Bombai aprovechó para cantar parte de su repertorio después de haber entonado el nuevo himno del centenario.

Sobre el himno, que sí, es pegadizo y potente, hay dos críticas inevitables: no hay ni siquiera un estribillo en valenciano; y, en segundo lugar, la letra serviría para cualquier otro club de fútbol al alcanzar su centenario. No hay singularidad alguna de la sociedad de Mestalla.