El Valencia CF acabó en el 94 con un tiro de Gameiro, en el área del Atlético, que también atacó hasta el final. Fue un partidazo de poder a poder de dos equipos llamados a grandes cosas. El Valencia fue ambicioso todo el encuentro, fue mejor por momentos y vio un prometedor debú de Gameiro y Batshuayi. El equipo de Marcelino tiene mucha más pólvora con ellos.

La igualdad de la primera media hora, con el Valencia jugando de tú a tú, se quebró con un error de Piccini. El lateral derecho italiano se durmió al salir de su área y rompió el fuera de juego. Griezmann, inédito hasta ese momento, vio una rendija por el centro de la zaga blanca, habilitando a Correa, que batió colocado a Neto.

El gol dejó tocado mentalmente al VCF. Le entraron las dudas, se sintió eventualmente inferior e iba a conceder espacios al tiburón rojiblanco. Diego Costa, además, trituró la cintura de Garay con un doble regate derecha-izquierda. Neto repelió el disparo cruzado. El Atlético se sentía muy seguro y Simeone entendió que era el momento de marcar distancia y sentenciar.

Las bandas del Valencia no funcionaron. Ni la derecha ni la izquierda. Tampoco Santi Mina aportó nada en ataque. El equipo de Marcelino se fue al descanso sin un solo tiro entre los tres palos de Oblak: los siete disparos fueron desviados.

El Valencia necesitaba revulsivos desde el banquillo puesto que el Atlético se había hecho psicológicamente con el choque. Estaba a punto de definirlo. Gil Manzano le perdonó la expulsión a Garay en el arranque del segundo tiempo: agarró a Costa y suponía la segunda amarilla. Manzano no pitó la falta.

El Valencia entró con más determinación aunque sin claridad a partir de tres cuartos de campo. Al menos hasta que Rodrigo se destapó. Parecía una jugada intrascendente. Un centro de derecha a izquierda que Wass, de primeras, bombeó al centro del área. Godín midió mal y Rodrigo, genial, amortiguó con el pecho antes de reventar de volea a la escuadra. El cabezazo al palo de Gabriel precedió a un crecimiento rojiblanco.

Entraron Diakhaby y Gameiro para redoblar la apuesta por la remontada. Después llegó Batshuay, desplazando a Rodrigo a la izquierda y Wass a la derecha.

Los jugadores de ambos equipos llegaron exhaustos al final, pero al Valencia le quedaba un par de contras: Batshuayi sirvió a Wass y el disparo cruzado del danés lo desvió Oblak. No fue la última. Gameiro pifió otro remate y el partido acabó con Mestalla muy esperanzado para la Liga.