El Valencia CF acudió a un santuario de la moral, como El Collao, la casa del Alcoyano, para recuperar parte de la autoestima perdida en el dubitativo estreno en LaLiga. El conjunto blanquinegro, con goles de Gameiro y Santi Mina en el inicio del partido y Ferran Torres en la da parte, ganó con comodidad en el amistoso conmemorativo de los 90 años de vida del histórico equipo alicantino.

La ambiciosa alineación de Marcelino ya era una declaración de intenciones. El técnico dispuso su mejor "once" con la ausencia de internacionales y el Valencia atacó el partido desde el inicio, sin contemplaciones, a pesar de que el Alcoyano avisara en los primeros minutos con un córner en el que Jaume precipitó la salida y entre Vezo y Wass, bajo palos, evitaron el gol.

La presión adelantada y agresiva del Valencia no tardaría en dar sus frutos. En el minuto 10 Gameiro se desquitó de sus dos postes contra el Levante UD abriendo el marcador, solo de marca por el centro y cruzando con suavidad. El Alcoyano se presentó con un boquete en el centro de la zaga. En el 12, un error de los locales en la salida de la pelota habilitó a un atento Mina, que salvó la salida de Bañuz y marcó a puerta vacía.

Sin emoción competitiva, los alicientes estaban en ver las conexiones de Kangin Lee desde la izquierda, la profundidad de Ferran Torres o los nuevos minutos de Diakhaby en su acelerada adaptación. El Alcoyano quiso reaccionar con internadas de Alberto Rubio y con la dirección de De Lerma, centrocampista veterano de trufado recorrido en equipos de Segunda B, que intentó sorprender a Jaume desde el centro del campo.

Tras el descanso, Marcelino solo retocó la defensa con el canterano Guillem y Paulista y el Valencia siguió contando con ocasiones. Gameiro siempre tuvo opciones de disparo, Kangin Lee asistía y también buscaba la segunda línea, Parejo dejaba lanzar las faltas a Wass, todo un especialista en el Celta. En la última media hora los cambios proliferaron en los dos equipos. Miki Muñoz, Nacho Gil y Jordi Escobar tuvieron minutos en el tramo final.

Faltaba la guinda, con una portentosa diagonal de Ferran Torres, que combinó con Santi Mina (de nuevo asistente) y finalizó a placer.