Fue plausible la manera de recibir el grupo del Manchester United y de la Juventus por parte del presidente del Valencia, Anil Murthy, en términos de un «premio» y de la voluntad de disfrutar del acontecimiento.
Existe, sin embargo, cierto complejo de inferioridad en el ambiente respeto a los dos campeones de Europa que sí convendría combatir tanto desde el equipo como desde la hinchada.
El Valencia debería recuperar el atrevimiento y la inocencia de los primeros años de su participación en Champions, sin ningún complejo, que tan lejos llevó al equipo un Cúper a quien el club le debe un agradecimiento ahora que tantos se recrean en el magma de la nostalgia. Nadie, ni de lejos, ha conseguido acercársele. Es que la Juve, el club ganador por antonomasia en Italia, ha perdido siete finales de Copa de Europa para ganar dos. Y después no ha parado de ganar (siete scudetti seguidos) y de perder (la última Champions hace dos años contra el Madrid y la penúltima hace cuatro contra el Barça).
Es decir, la Vecchia Signora ha estado por detrás del fútbol español en las últimas temporadas. Al Valencia, además, le viene bien un equipo que carga con toda la presión de tener que ganar porque algún espacio dejará a la espalda. Allí donde Guedes y Rodrigo son capaces de romper a cualquiera. También será interesante ver el duelo de Cristiano contra Guedes, el rey contra el joven príncipe. Y el de Cristiano con el ausente hoy Peter Lim, el dueño de sus derechos de imagen, quien a su vez ha contratado a una empresa de de Ronaldo para la transformación digital del club. Intereses cruzados.
A pesar de que ya han pasado más de tres lustros de aquellas finales de Cúper, el VCF sigue siendo un club respetado en Europa. Las leyendas bianconeras consultadas por Vicent Chilet hablan con admiración del club de Mestalla pese a esta travesía del desierto dominada por cierta rutina y el casi único objetivo de hacer caja con la Champions. Faltó ambición.
Es el momento de los jugadores que están abriéndose paso en el escaparate internacional: Gayà, Rodrigo, Guedes y Carlos Soler. Es hora de que Marcelino traslade a Europa su competencia indiscutible en España. Sería un homenaje al taciturno Cúper.
