El Valencia logró un punto ayer ante el Barça que, de haber aprovechado sus ocasiones de gol, bien podían haber sido los tres. Lo mejor que deja el encuentro es que la sensación que ofrece el equipo de Marcelino es de una evidente mejoría.
Lo bueno el gol de Garay; Lo malo, la lesión de Guedes
En la primera mitad, la estrategia del Valencia era aprovechar su banda izquierda con Gayà y Guedes buscando siempre la espalda de Semedo. Esa velocidad en las contras, ejecutada con maestría por Parejo, desarbolaba una y otra vez al Barça. En defensa, tras el gol de Garay, el Valencia cerraba con orden y con las líneas muy juntas en una lección de solidaridad. Pero la lesión de Guedes fue la peor noticia.
Se lesiona el «as» del Valencia y aparece el «as» del Barça
Sin Guedes en el campo, el Valencia perdía gran parte de su potencial ofensivo. Y apareció Messi, el as del Barça, para marcar. Su gol cambió tónica del partido. El Barça comenzó a tocar el balón con más tranquilidad y criterio con un Valencia que necesitaba transiciones rápidas y no precipitarse en ataque.
Presión alta del Valencia pero sin aprovechar las ocasiones
En la segunda mitad, la presión más alta del Valencia hizo que el Barça comenzara a perder muchos balones. También acusaban el cansancio y llegaban las dudas. Pero a los de Marcelino les faltaba un punto de precisión ofensiva. Un latigazo con el que cerrar el partido. Pero no llegó.
