El Valencia CF tardó 48 horas en reaccionar tras lo sucedido el pasado domingo en Paterna (prohibió la venta de entradas a aficionados del Hércules en el partido ante el Mestalla), pero ayer lo hizo con contundencia. El club de Mestalla, en un duro comunicado público, culpó al Hércules de lo sucedido ya que considera que la entidad alicantina «no fue diligente ni tomó medidas» pese a estar informada de que no se iban a vender entradas en las taquillas a sus aficionados, a la vez que desveló que el Hércules «devolvió 10 entradas de las 275 de las que disfrutó».

En lo que supone un nuevo capítulo de una enemistad entre Valencia CF y Hércules que viene de muchos años ha, con lanzamiento de piedras a los aficionados y rotura de lunas de vehículos en el menú casi habitual de los partidos entre ambos equipos, ayer el Valencia CF dio un paso más adelante. «El desplazamiento de un grupo de aficionados desde Alicante sugiere que el Hércules CF no fue diligente a la hora de informar suficientemente ni de tomar medidas preventivas para evitar que algunos de sus seguidores acudieran al recinto sin su correspondiente entrada», afirma el comunicado.

Según reza el mismo: «El Valencia envió al Hércules un cupo cerrado de 200 localidades para su venta a sus seguidores. Dicho número de entradas, fijado por criterios de seguridad con conocimiento de la Policía, era, según se explicó por escrito al club visitante, el número máximo de entradas disponibles para sus aficionados, quedando así claro que no iba a ser posible conseguir más ni en las taquillas. El mismo día de su puesta a la venta, el club alicantino hizo público que dicho cupo de entradas había sido ya agotado y que no se podrían comprar entradas en taquillas. Posteriormente, a petición del Hércules, el Valencia aceptó ampliar dicho cupo a un total de 275, de las que el Hércules devolvió 10».

«Además de dicho cupo de entradas, el Hércules recibió, con el fin de atender sus compromisos como club, entre ellos con sus aficionados, otro paquete de 100 entradas de invitación, por lo que el Valencia CF finalmente ya había otorgado un bloque de 365 localidades al club visitante, su cuarta parte del aforo, muy superior al 5% para afición visitante habitual en Liga y UEFA», añade.

El Valencia informa de que abrió una taquilla para «preservar los derechos de sus aficionados no abonados ante su posible demanda de entradas», indica, y que si no vendió más localidades a los aficionados del Hércules, «no respondía al más mínimo ánimo discriminatorio sino a la responsabilidad como organizador, por lógicos motivos de velar por la seguridad de todos los asistentes, de no sobrepasar dicho cupo pactado y que había sido distribuido ya previamente a través del único punto de venta habilitado para aficionados visitantes, es decir, el propio club alicantino », apuntan.

Por último, el club de Mestalla añade que «cumplió escrupulosamente con las normas, está habilitado para limitar el número de entradas que se venden a los aficionados visitantes. En taquillas no se registró ninguna solicitud de hoja de reclamaciones».