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Pellegrino se cruza en el despegue

El técnico argentino regresa a Mestalla a cargo del Leganés, para medirse a un Valencia que ansía su primera victoria como local El Flaco gestó su trayectoria como entrenador en su etapa blanquinegra de jugador, como líder intelectual del conjunto del doblete

Mauricio Pellegrino vuelve a València, justo en el momento en el que el conjunto blanquinegro quiere despegar y dejar atrás un inicio liguero en el que ya ha consumido casi toda la reserva de tropiezos. El técnico argentino ha cogido las riendas de un Leganés con el objetivo asumido de luchar por la permanencia y, aunque de momento no ha logrado puntuar en partidos a domicilio, es un perfecto conocedor del Valencia y de la idiosincrasia de Mestalla.

En el próximo mes de competición, al Valencia se le presenta la oportunidad de recortar diferencias clasificatorias en las dos competiciones en las que de momento ha participado, en espera de la Copa del Rey. El conjunto blanquinegro debe medirse a Leganés, Athletic Club, Girona, Getafe y Rayo Vallecano en LaLiga, en la que es decimotercero con 9 puntos, y un doble enfrentamiento contra el Young Boys suizo que se debería aprovechar para meter al equipo en la lucha por pasar a octavos de final de la Liga de Campeones, teniendo en cuenta que Manchester United y Juventus se restarán puntos entre ambos.

Pellegrino, con un historial brillante como futbolista del Valencia entre 1999 y 2004, ha rehabilitado su carrera como técnico después de su estreno amargo como entrenador en 2012, precisamente dirigiendo al Valencia. Manuel Llorente, entonces presidente, asumió como una apuesta personal el fichaje de El Flaco, a pesar de que no contaba con experiencia como preparador, más allá de haber estado como asistente de Rafa Benítez en el Liverpool y el Inter de Milán. Pellegrino fue despedido el 1 de diciembre de 2012, estando a cuatro puntos de la Liga de Campeones, después de perder en casa frente a la Real Sociedad. El equipo había arrancado de manera irregular en aquel campeonato, sobre todo fuera de casa, pero se dio la circunstancia de que no hubo ninguna petición de la grada para destituir al exdefensa argentino. La afición responsabilizó de la situación a Llorente, que empezó su declive presidencial, y de alguna manera confiaba en que el Flaco hubiese remontado la racha adversa, como acabaría logrando su sustituto, Ernesto Valverde.

En la memoria de la hinchada quedaba intacta la imagen de Pellegrino como uno de los líderes silenciosos del Valencia de los éxitos. Copaban los adjetivos las paradas de Cañizares, las exhibiciones de carácter de Ayala o Carboni, la técnica de Vicente o Aimar y los goles de Mista, pero Pellegrino formaba parte de la reserva intelectual de aquel vestuario, en el que ejercía de ideólogo con reflexiones profundas en las que se apoyó Benítez, propias de un entrenador, y que empezaban a moldear el técnico que sería en el futuro. Era un futbolista que sentía admiración por los entrenadores.

Un bagaje que venía de los años previos a su fichaje por el Valencia. De su temporada en el Barcelona, aciaga en el plano deportivo, se empapó de la organización ofensiva que planteaba Van Gaal. De cada entrenador con el que coincidió extrajo conocimientos útiles, especialmente Rafa Benítez y Héctor Cúper en el Valencia, pero también Carlos Bianchi, Marcelo Bielsa, Osvaldo Piazza y Hugo Tocalli. Tras su salida Mestalla, Pellegrino y su equipo, con el valenciano Xavi Tamarit, volvió a Argentina para acabar de completar su formación y tomar impulso, con dos temporadas en Estudiantes y otra en Independiente, antes de volver a España para hacerse cargo del Alavés. Nunca fue un técnico de ideas inflexibles y adaptó el estilo y dibujo a las características de cada plantilla. En el Alavés, tal como hace en la actualidad con el delantero Guido Carrillo en Leganés, optó por un juego directo que llevó al conjunto de Mendizorroza hasta la final de Copa del Rey, perdida frente al FC Barcelona. La experiencia fue lo suficientemente provechosa para gozar de un prestigio renovado que le llevó al Southampton, antes de volver a LaLiga.

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