Apenas una hora después de la trágica rotura de la Presa de Tous (1982), que dejó 8 muertos y afectó a miles de viviendas en la comarca de La Ribera, Mestalla acogió el partido entre el Valencia CF y el Banik Ostrava, de la Copa de la Uefa. El partido se interrumpió unos minutos, pero pudo jugarse pese al encharcamiento de gran parte del terreno de juego. Miljan Miljanic, que iba a hacerse cargo del equipo a la siguiente semana, tuvo que viajar por carretera, al suspenderse su vuelo desde Barcelona. El equipo que entrenaba Manolo Mestre ganó 1-0, con gol de Kurt Welz. El estadio registró, como es lógico, una pobre entrada. Mientras se inundaban los pueblos de La Ribera, en València el aguacero y el viento encharcaban calles y rompían señales de tráfico y semáforos.