El entrenador del Valencia CF, Marcelino García Toral, interpretó la victoria, por encima de todo, en una reafirmación de la confianza global del grupo. «A nivel personal y anímico siempre he estado fuerte porque creo en nuestro trabajo y en nuestra dedicación. Hemos sido constantes para transmitir y venimos de una experiencia de un año que resultó exitosa. Hay que mejorar, pero creemos en este grupo y en estos futbolistas. La victoria no modifica mi forma de pensar», comentó.

«Siempre importa ganar, pero en el primer tiempo hemos visto un Valencia CF muy bueno. Al descanso nos teníamos que haber ido con una victoria holgada y a veces cuando perdonas lo sueles pagar. En el segundo tiempo nos costó un poco más, pero tuvimos situaciones ventajosas y hoy (por ayer) el VAR nos ayudó a decidir una situación, mientras que en Leganés y otros partidos nos vino en contra», destacó Marcelino.

El técnico cree que las ocasiones de su equipo acabarán convirtiéndose en goles. «Me hubiera gustado tener otras cuatro o cinco ocasiones tan claras en la segunda parte como en la primera, pero quizá estos jugadores necesitan meter una o dos de forma de consecutiva y se quitarán un peso encima», subrayó.

«Mis futbolistas son buenos y tienen que insistir porque esta falta de acierto nos está penalizando, pero hay que mirar al futuro, descansar y pensar en el siguiente tramo de partidos ilusionantes. El trabajo competitivo es bueno y nos tiene que aumentar la confianza y seguro que redundará en el acierto», señaló.

«El objetivo es acabar entre los cuatro primeros y vamos a luchar por ello, pero ahora pensamos en lo inmediato, que es ganar. Rápidamente no vamos a poder volver, pero tenemos que ganar en casa el siguiente partido. A partir de ahí hay que seguir creciendo como equipo y al final estar en esa lucha», manifestó.

El mal primer cuarto de temporada del Valencia CF en la Liga, que hasta el duelo en Getafe solo había ganado una vez, no ha mermado el ánimo de Marcelino, que sigue con una fe ciega en sus futbolistas, a los que ayer vio sonreír otra vez.