Pepe Bordalás colgó en el vestuario del Getafe unas declaraciones de Santi Minaen las que el delantero gallego aseguraba que, de haber habido VAR la temporada pasada, el Valencia no habría perdido en el Coliseum. El entrenador alicantino pretendía de esa manera arengar a su equipo, aplicar una dosis extra de motivación ante la batalla que estaba por acontecer.

LaLiga Santander: Getafe - Valencia

LaLiga Santander: Getafe - Valencia

El guerrero equipo azulón sometió al Valencia a un intenso partido con un total de 23 faltas y numerosos encontronazos, físicos, a veces sin el balón en juego, y hasta dialécticos, con improperios por parte de los futbolistas locales cuando alguno de los blanquinegros estaba en el suelo tras haber recibido una fuerte entrada. Un escenario hostil en el que el capitán Dani Parejo sufrió especialmente y en el que el equipo valencianista supo resistir como un bloque compacto y solidario. Un equipo mayúsculo, por encima del lucimiento, que todavía tardará en llegar tras haber sufrido un inesperado inicio de campeonato marcado por la sequía de goles y la ausencia de victorias.

El de Getafe fue el segundo ejemplo, en apenas cuatro días, de la demostración de fortaleza colectiva del Valencia, que ya superó ante el Young Boys otro partido repleto de trincheras que fue superado solo desde la resistencia como grupo y una actitud encomiable, argumento innegociable para empezar a evolucionar la idea futbolística y volver a convencer plenamente. El Young Boys cometió 26 faltas. Entre los dos partidos se llegó a las 49 infracciones: las faltas que se acumulan en cuatro partidos se concentraron en dos batallas en las que el Valencia acabó ganando. Seis puntos fundamentales en dos torneos distintos.

Los dos triunfos a cara de perro descargan de ansiedad al Valencia justo en el parón por selecciones. No haber ganado en el Coliseum habría repercutido, según reconocen desde el vestuario, en quince largos días de insoportables dudas para un grupo que se ha saturado intentando recordar cuál era la fórmula para volver a ganar. La pausa en el campeonato es oportuna no solo desde el punto de vista anímico, sino también desde el físico. El Valencia llegaba al límite al partido de Getafe con varios jugadores agotados y sobrecargados. A los casos ya conocidos de Garay, Kondogbia, Guedes y Gayà (concentrado con la selección) y los lesionados Piccini y Cheryshev, se suma Daniel Wass, que se fue del Coliseum con un esguince. Ante el Rayo, «mens sana in corpore sano».