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El VCF debe ganar la Liga Europa para frenar ventas

El club ingresará unos 30 millones en la Champions cuando había previsto 65 millones por esa vía - La entidad de Mestalla ya contemplaba 42 millones en traspasos y está pendiente de Bruselas

Marcelino García Toral junto a su cuerpo técnico, en el césped del estadio Allianz de Turín. REUTERS/Massimo Pinca

La eliminación del Valencia de la Liga de Campeones deja secuelas en el club de Mestalla Unas son las deportivas, las de haber diluido en una mediocre primera fase las expectativas puestas en una competición de tanto prestigio, y más en el año del Centenario del club. O la imagen en la que coincidía la prensa especializada italiana, que observó al equipo blanquinegro demasiado encogido, sin atacar con valentía a la Juventus, cuando solo le valía vencer. Unas repercusiones que, con dos tercios de temporada por delante y la repesca de la Liga Europa, aún son remontables. Más complicada es la cuestión económica. El Valencia, en los presupuestos que expondrá en breve ante sus accionistas, preveía ingresar 65'5 millones de euros en el concepto de «competiciones deportivas». Un apartado que, casi en exclusiva, en más de un 90%, depende de los ingresos que genera la Liga de Campeones, torneo que ya es historia.

Con el adiós en la primera fase, el Valencia puede ingresar aproximadamente 35 millones, cuando la perspectiva financiera era haber llegado a octavos de final. La consecuencia para acercarse a esa suma es que se necesita ganar la Liga Europa, competición que da un rendimiento económico importante solo si se conquista. Además, es imperativo volver a quedar entre los cuatro primeros para volver a poder optar por los millonarios ingresos de la Champions que permitan tener margen para no tener que vender tanto. En caso contrario, los 42 millones que ya estaban previstos subirán casi el doble. Aparte, planea en el breve plazo la contingencia del procedimiento de pago reabierto para abonar la multa de la Unión Europea por ayudas de Estado, con 24 millones que deberían abonarse en metálico.

Hay que puntualizar que la Liga Europa solo paliaría, que no solucionaría, la falta de ingresos producida por la prematura eliminación en la Liga de Campeones. Un detalle es lo suficientemente elocuente. Por cada victoria en la fase de grupos de la Champions, el Valencia percibía 2'7 millones de euros. En cambio, en la Liga Europa se reciben 2'4 millones en caso de clasificación para semifinales. El Valencia partirá de dieciseisavos de final en la nueva competición de los jueves. El Valencia se embolsa medio millón por caer rebotado a este cruce, si alcanza los octavos sumará 1'1 millones, 1'5 millones en caso de llegar a cuartos, los mencionados 2'4 en semfinales. Si pierde la final ingresará 4'5 millones y 8'5 si se proclama campeón en la final que tendrá lugar en la lejana Bakú, capital de Azerbayán. En el más optimista de los panoramas, le esperan 14 millones, una cifra cercana a lo que habría ganado en Champions de pasar la primera fase.

En una de sus comparecencias ante la prensa para tratar la actualidad del club, el director general Mateu Alemany reconocía que, ante la imposibilidad de competir financieramente con clubes del perfil de Real Madrid y FC Barcelona, la solución del Valencia para regenerarse económicamente pasaba por una frágil ecuación, la de la excelencia deportiva. Una participación continuada en la Liga de Campeones garantiza ingresos (segunda partida más grande ras la televisión) e insufla oxígeno a otras áreas: se venden más camisetas, va más gente al estadio, el equipo sube en el ranking UEFA y se ve menos expuesto a caer en un grupo criminal, como el que ha sufrido contra Juventus y Manchester United. Y, sobre todo, la plantilla mantiene una tasación de mercado alta que permite a la entidad poder realizar alguna venta fuerte para recortar deuda y poder reforzar al equipo. En realidad, la fórmula inversora de Lim ha acabado reduciéndose al plan tecnócrata de la gestión a principios de década de Manuel Llorente, el equipo entró en tres ediciones seguidas de Champions y se vendieron a las estrellas (Villa, Silva, Mata) para traer jugadores menos costosos que funcionaron, como Soldado, Jonas o Aduriz.

Para poder paliar pérdidas por ventas, el Valencia necesita que su nivel competitivo resurge en los parámetros de la pasada temporada. Ha descendido el atractivo de mercado de jugadores como Rodrigo, Guedes y Kondogbia, los tres por los que el club realizó un generoso esfuerzo inversor cuando hace cuatro meses estaban en el pico más alto de su cotización. El principal activo en el escaparate es el de Santi Mina, que como informó Levante-EMV podrían llegar ofertas por sus servicios de hasta 40 millones de euros. El resto de jugadores que han salido reforzados de una dinámica irregular, como ha sido la de este inicio de campaña, son José Luis Gayà, Carlos Soler y Francis Coquelin son intocables.

En la prensa italiana, el periódio Tuttosport ya apuntaba que la Juventus tiene en su punto de mira a Guedes, Carlos Soler, Gayà y Kangin Lee. El club transalpino mantiene una excelente relación directiva con el Valencia, como se ha comprobado en las operaciones recientes de Neto, Zaza, Cancelo o la operación, finalmente frustrada por intervención de Peter Lim, de traspasar a André Gomes.

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