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La forma y el fondo

La forma y el fondo

Tendrán que pasar muchos años para que el Valencia vuelva a tener una oportunidad de ganar en el Bernabéu como la del pasado sábado. Desde aquel apoteósico 6-0 en semifinales de Copa el 9 de junio de 1999, no recordaba un Real Madrid tan flácido, apático e instalado en las dudas. El problema, lamentablemente, es que el equipo que dirige Marcelino tiene muchas más. Solo así se explica el infame inicio de partido en Chamartín. La acción del primer gol, en la que Wass vuelve a descuidar la espalda para permitir el remate de Benzema, desnuda la planificación deportiva del pasado verano. El Valencia, con un coste de plantilla superior a 160 millones de euros, ha querido plantar cara a Juventus y Real Madrid con Rubén Vezo y Daniel Wass como laterales derechos titulares.

Teniendo a Murillo -el mejor central de la primera vuelta 17/18- y a Vezo como alternativas a la pareja Gabriel-Garay, hubiera tenido mucho más sentido firmar un lateral fiable, defensivo, de garantías con los 15 millones gastados en Diakhaby. Pero el trifásico a Longoria tenía peajes que ahora pagamos carísimos. Estar fuera de Champions antes de la disputa de la última jornada supone un fracaso sin paliativos. Sobre todo teniendo en cuenta el nivel del Manchester United, séptimo en la Premier a nada más y nada menos que dieciséis puntos del City. Ese es el United que ha dejado fuera al Valencia, no el de Roy Keane y Cantona, como alguno trata de hacernos creer.

Y ojalá el único problema fuera el lateral derecho. Eso tiene solución en enero. Lo que es más complicado de arreglar es el inmovilismo del entrenador. Dentro y fuera del campo. El entorno se aferra a Marcelino, un buen técnico sin duda, como responsable de encontrar soluciones en situaciones de dificultad como la del sábado. Y, con el marcador en contra, sus tres sustituciones fueron de hombre por hombre. ¿Qué hace Guedes jugando todos los partidos al 30% de su nivel real, incapaz de regatearse a nadie? ¿Tan mal está Murillo para no entrar en una puñetera rotación? ¿Quién es el responsable del fichaje de Cheryshev, lesionado desde octubre?

Para poner la guinda, está lo de las declaraciones post partido. Cuando no nos toca tragarnos la parejada de turno, sale Marcelino a decir que está «muy orgulloso de sus jugadores» o Mateu Alemany quejándose por un remate anulado a Batshuayi que ni siquiera había acabado en gol. Ese proteccionismo mal entendido nos ha llevado hasta aquí. Hasta una jornada decimocuarta en la que el Valencia puede acabar más cerca del descenso que de zona Champions. Pero no pasa nada. Un par de reuniones más con Botas y Castagna y todo arreglado. Una dirección deportiva -externa- tan preparada como esa seguro que encuentra soluciones a tanto despropósito.

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