Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El «Míreme a los ojitos» de Luis Aragonés a Romario

Luis Aragonés nunca quiso a Romario en el Valencia CF. El Sabio de Hortaleza dudaba de que el brasileño, pese a su excepcional calidad individual, llegara a Mestalla en la temporada 96-97 con ánimo de competir. ¿El motivo? Romario había abandonado el Barça rumbo al Flamengo brasileño cuando lo tenía todo para triunfar.

Pese a que Romario llegó a Paterna con una sonrisa en la boca tras hablar con el brasileño Luis Pereira, excompañero de Aragonés en el Atlético y gran amigo del técnico al que utilizó como Cicerone, ambos nunca ligaron. La falta de motivación de Romario, apenas aportaba en el campo ni trabajaba en los entrenamientos, tensó la relación al máximo.

Tras un entrenamiento en la Ciudad Deportiva, previo a un partido europeo ante el Bayern de Múnich, Luis abordó de forma directa a un Romario, que había bajado los brazos. «Míreme a los ojitos», le dijo mientras le cogía del brazo. Tras la charla, Luis lo apartó del equipo, y el Valencia ganó 3-0 al Bayern.

Compartir el artículo

stats