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Fíjate en el presidente

Fíjate en el presidente

Hazte así, que tienes un jugador top. El asombro y la perplejidad ante quienes pretenden solucionar sus problemas a golpe de jugador top (sic). Leo que un equipo desnortado, ante su crisis de identidad, debe apostar por los jugadores top. El rap de los jugador top. El reduccionismo de las soluciones simplistas ante los problemas complejos.

La búsqueda del jugador top es el populismo de las recetas crecepelos. La tectónica europa, en cambio, suscita una complejidad mayor. Los equipos pujantes son los que han construido una identidad, normalmente a partir de un banquillo o de una dirección, y luego han añadido a los jugadores potentes.

La dependencia atroz del resultado inmediato. El reinado del atajo único: ganar sobre todas las cosas. Como siempre, dirá el apuntador. Pero con una fiebre más desatada porque a la evolución del negocio se le ha añadido una competición entre inversores de caza mayor obstinados con lograr, cueste lo que cueste, el trofeo del reconocimiento ajeno, colgar la cornamenta más grande en el salón. La polarización de una década en torno a Messi y Cristiano contribuyó a proyectar el espejismo maradoniano de que con un gran jugador, bastaba. Pero los prodigios son una excepción bien casual.

Solskjaer -paradójicamente un recurso desesperado de identidad y valores generacionales frente a un proyecto basado en el coleccionismo de estrellas- le consultó a Alex Ferguson dónde debía comenzar su carrera como entrenador. El viejo escocés, maestro en el lanzamiento de botas deportivas, le aconsejó; «no te fijes en el equipo, fíjate en el presidente», desveló hace unos meses el aconsejado.

Demasiadas veces se utiliza al entorno, al aficionado, como palanca de presión para justificar los disparates propios. Compramos la versión de que el aficionado solo quiere ganar. Pero quiere algo más retorcido: evolucionar, sentir que hay un progreso y un fin, un vínculo con un proyecto que va más allá de una amalgama de jugadores.

Es la gran brecha en el negocio: quienes están dispuestos a jugar con la incertidumbre de modelar un equipo frente a quienes no tienen tiempo para esperar y quieren un remedio repentino. Fíjate en el presidente€ y adivinarás el resto.

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