La Liga Europa no se puede considerar como un torneo menor si te ofrece la posibilidad de visitar estadios con tanta solera como Celtic Park. El Valencia, envalentonado por su resistencia en otro torneo de formato corto como la Copa del Rey, afronta la ida de los dieciseisavos de final del torneo continental con la idea de ser ambicioso y llegar lejos. Primero por una cuestión de orgullo y prestigio. El Valencia, campeón o finalista de todos los torneos europeos y en distintas décadas, no dio la talla en la fase de grupos de la Champions. Además, el campeonato de plata europeo es una de las rutas alternativas para repetir la clasificación para la Liga de Campeones, a seis puntos de distancia en el campeonato doméstico.

La compleja ecuación de la gestión de esfuerzos en un calendario con tres torneos, hará que Marcelino García Toral plante en el césped de The Paradise, como conocen los aficionados católicos a su estadio, un «once» muy renovado. No se debe interpretar como un menosprecio hacia la competición, ya que en la alineación titular habrá muchas caras con hambre de reivindicación. A pesar de que Marcelino se recubrió en la cautela, está asumido que el Valencia es el favorito para pasar a octavos de final, con la única dificultad de hacer frente a la mística de Celtic Park, con un ambiente que, más que hostil, es festivo, y anima a jugar y disfrutar de la velada. El cetro del Celtic sigue sin discutirse en Escocia, pero en Europa ha perdido fuelle. Además, su histórico estilo físico y de juego directo, que suele atragantarse a equipos más latinos como el Valencia, se ha transformado desde la llegada del técnico Brendan Rodgers. Con el exentrenador de Swansea y Liverpool, los «Celts» son un equipo que no rehuye del toque y que ensancha el campo en la elaboración de las jugadas.

Marcelino ensalzó el nivel competitivo del Celtic -«no es un equipo deconocido»- y recordó la dificultad añadida por los jugadores oligados a no entrar en rotaciones, como Parejo o Garay, y las bajas que presenta el equipo. Entre ellas se confirma la de un Rodrigo que ha estado jugando con fuertes molestias en el pie, «que le han ido en aumento y que le obligan a parar». Con Santi Mina en una situación similar, Marcelino reconoció que «Guedes o Cheryshev» jugarán esta noche como delanteros junto a Gameiro. El respeto de Marcelino hacia el Celtic era ayer casi reverencial. «Este es uno de los ambientes más espectaculares de Europa, estamos expectantes por vivirlo, dicen que es similar a Anfield. El ambiente allí era ensordecedor y aquí dicen que es incluso más ruidoso. Este equipo con su afición, pone las cosas muy difíciles. Vamos a tener 60.000 almas atizándonos».