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Entrevista

Robert: "Ferran y Kang In marcarán una época si el entrenador les da el tiempo y la posición"

Robert Fernández regresó al Valencia en agosto de 1990 tras cuatro temporadas en el Barça. El club presidido por Arturo Tuzón invirtió en él 300 millones de pesetas. El fichaje fue un símbolo del regreso del VCF entre los grandes. Vive otros cinco años apasionantes en Mestalla

Robert: "Ferran y Kang In marcarán una época si el entrenador les da el tiempo y la posición"

P Tenemos un recuerdo cómico de Kurt Welz. ¿Qué le pasó?

R Kurt venía de una gran temporada en el AZ 67 y lo firmó el VCF. Creo que tenía problemas de visión: un día, estaba con él en la habitación, en un hotel en la carretera de Despeñaperros, y noté que estaba de pie buscando algo, y eran las lentillas. Fallaba mucho en el juego aéreo porque saltaba y no tocaba el balón. Aunque era muy bueno técnicamente y muy buen compañero y profesional. Vive en Innsbruck y tiene un hotel, en el Tirol. He intentado ponerme en contacto con él, pero no he podido.

P ¿Qué tenía especial Solsona?

R Era, como es en la vida, muy vivo. Su fútbol era todo engaño. Yo era todo corazón: si no me dejas pasar por ahí, te voy a matar. Él era la calidad y el engaño porque no tenía la fuerza, sino la inteligencia. Está igual, los años no pasan por él. Está en plenitud. Da gusto verlo.

P ¿Qué otro jugador de esa primera época destacaría?

R Miguel (Tendillo), el mejor jugador que ha fabricado y fabricará la escuela del VCF. Y no ha sido mejor porque no le gustaba el fútbol. Era tan bueno que no le hacía falta amar el fútbol. Yo era pasional; él no. Se adelantó 30 años a lo que hoy son los centrales: más elegante, venir al medio campo, dar un pase y romper una línea, esas cosas que hoy se hacen pero entonces no. Tenía una condición física, técnica y de estructura que no habrá otro. Y he conocido jugadores importantes como Albelda y Camarasa, pero Miguel era otra cosa. Salía a conducir al medio del campo cuando solo lo hacía Beckenbauer, en el Madrid después lo hicieron Hierro y Sanchis, y en el Barça nadie hasta Koeman. Los Krol, Scirea y cuatro más. Miguel era una locura.

P Vuelves al VCF en 1990, después de ganar títulos con el Barça y haber entrenado con Venables, Luis Aragonés, Johan Cruyff... ¿Por qué vuelve?

R El Valencia paga la cláusula, 300 millones de pesetas. El Barcelona no quería venderme. Un año antes, el Tottenham quiso firmarme porque Venables se fue allí, pero se llevó a Nayim. Y Luis Suárez, cuando deja la selección y se va al Inter, también quiere llevarme.

P Pero ¿por qué vuelves al VCF?

R Del Barcelona solo hay dos maneras de salir: porque no juegas o porque quieres ganar más dinero. Yo no tenía problema de no jugar. Yo quería ganar más dinero. ¿Por qué? Porque mi traspaso se hizo mal. Porque el Barcelona pagó 100 millones, mucho dinero por un jugador que había estado lesionado, pero me hizo un contrato a la baja, con la idea de subirlo con buen rendimiento, pero no lo hizo, se me calentaron las narices y ... Sí, estoy en lo más alto, vengo de un Mundial, soy titular en el Barcelona y en la selección, y ese momento había pocos jugadores españoles en el extranjero, así que volver a casa era un gusanillo que siempre tenía. El VCF se puso en contacto conmigo, con Arturo Tuzón a la cabeza, me gustó la gente que había en la directiva: Juan Martín Queralt, Alberto de Miguel... ya no tenía nada que ver con el club que yo había dejado. Cuando decido volver a casa, el club estaba en otra dimensión.

P Y en el banquillo está Víctor Espárrago, contrario de Cruyff.

R Era antagonista, muy austero en todo: por ejemplo, en el Barça llegaba al entrenamiento dos minutos antes y aquí me exigen dos horas antes en el vestuario. Era retroceder en el tiempo. Pero me adapté y hacemos muy buena temporada con un muy buen equipo (Robert marca 8 goles, Lubo Penev, 13 y Fernando, 11).

P Y llega Hiddink.

R Y volvemos a disfrutar con un gran fútbol equiparable al Madrid y al Barça. Teníamos muy buenos jugadores, pero no un gran equipo. Nos faltó mentalidad ganadora. Sobre todo fuera de Mestalla. Pedja, Lubo, Fernando, Quique, Camarasa, Giner, Alvaro, Leonardo, Nando, Otxotorena..., pero fallamos en los momentos importantes. Pero quedaba terceros o cuartos y eso hoy sería Champions. Y sería más reconocido.

P ¿Tenías una rivalidad con Fernando?

R Se creó desde fuera. Uno era el que se había quedado en el equipo y otro el que se había ido al Barça. Pero desde dentro era difícil esa rivalidad porque él entra en el equipo, el año del descenso, cuando yo ya estaba a punto de salir.

P Pero él te supera en número de goles en esas temporadas.

R Yo ya soy un jugador mucho más defensivo en esa segunda etapa. Más estático y además con Hiddink ya hago esa línea de superioridad numérica en el medio del campo. Es un fútbol holandés de superioridad donde está el balón. Y solo llego al área en los córners y en jugadas concretas. Ya tengo 29 años.

P ¿Qué te pasa con Parreira?

R Tengo una lesión muy grave en el tendón de Aquiles, me lo rompo. Después de la primera lesión, mi apoyo ya no es el mismo: posiblemente consecuencia de la primera lesión. Me tienen que operar , vuelvo pero cuando comienzo la rehabilitación, me tienen que volver a abrir porque tengo una bursitis en el calcáneo. Y cortan el hueso. Me abren tantas veces en tan poco espacio, que la piel no sabían cómo iba a reaccionar. Estoy un año parado con 32 años. Eso, en esa época, era estar muerto para un jugador de esa edad. ¿Qué pasó? Se fue Guus, vino Parreira y no conocía nada, estaba 'out'. Yo entrenaba aparte, con Moacir Santana, preparador fantástico que se portó muy bien. Yo llevaba dos escayolas porque entonces se escayolaba y perdías la musculación, y todas las lesiones las tuve en la pierna derecha, también el menisco me lo rompí en Mallorca con Espárrago. Pues entonces, comienzo la rehabilitación y me recupero en contra de la opinión de todos los médicos. Me decían: 'No pisa bien y tiene el tobillo destrozado'. Bajé mucho de peso para poder soportar las cargas y llegué a jugar la final de la Copa del Rey.

P ¿Y marcaste en la semifinal?

R Sí, el primer gol es de Lubo y el segundo mío: fue un centro, lo tocó Mendieta, Fernando y yo entré al segundo palo de cabeza. Y la final del agua, de 1995, fue mi último partido con el Valencia.

P ¿Sabías que era el último?

R Si perdíamos, sí; si ganábamos, no. Renovaba.

P ¿Quién se lo dijo, Paco Roig?

R No, el entrenador, Rielo. Me dijo: ¡Estás renovado si ganamos'. Pero como perdimos, sabía que estaba muerto.

P Mucha presión.

R Para mí la presión no existía, yo iba a hacer mi faena; si salía, bien , y si no, no pasaba nada.

P ¿Cómo fue esa final?

R La primera parte no fue buena, la segunda sí. Pero fue una pena porque si ves aquel equipo inicial, era impresionante. No fuimos capaces de ganar en una jugada desgraciada. Nos marcaron y no hubo tiempo de remontar.

P ¿Qué sintió en el gol al Madrid en la remontada del 92?

R Épica. Marco el segundo en el 94; Fernando en el 91. Perdíamos 0-1, entró Nando, hubo dos faltas en la parte izquierda donde estaban los banquillos. La falta la sacó Tomás, saltaron los dos centrales del Madrid, el balón bajó y yo me anticipé a Luis Enrique. La imagen la tengo en el móvil. Un sábado por la noche. Ir a Mestalla siempre es especial después de todo lo que he vivido. Pero entonces era más todavía: los fondos hablaban entre ellos. El partido del sábado por la noche, jugábamos muchas veces, y era sagrado.

P ¿Fue su momento más feliz?

R No, he vivido momento muy felices y también muy duros, como las lesiones y bajar de categoría, muchos cambios de entrenador, que eso siempre es muy desagradable, conatos con la directiva por temas de impagos... pero eso pasa en todos los equipos. En el Barça viví el motín del Hesperia...

P ¿En qué etapa disfrutó más?

R Las dos. En la primera, encontrarme a Enrique Saura, que era un emblema en la provincia de Castellón, a Miguel, a Mario, a Castellanos, yo era un chaval. Y la segunda etapa fue especial porque estaba Arturo Tuzón de presidente. Era volver a casa porque los valencianos somos muy valencianos. Cuando marchan siempre quieren volver, somos mucho de nuestra tierra.

P ¿Cómo era Tuzón?

R Tío serio, con mucho sentido común y era de Castelón. Y me gusta la gente de Castellón, tenía muy buena química.

P ¿Qué futbolistas destaca de esta segunda etapa?

R Mazinho era muy bueno. Fernando, Poyatos, Penev, Mijatovic, Mazinho, Robert, Camarasa, Giner, Mendieta, Zubizarreta, Juan Carlos.... Siempre recuerdo esa foto. La de la final de la Copa del agua. Es increíble que no ganáramos esa final con este equipo extraordinario. Siempre llevo esa foto conmigo. No fuimos capaces. Hicimos un gran fútbol y la gente lo recuerda más que a otros equipos que ganaron títulos. Nosotros íbamos a Mestalla, y decíamos: 'Hoy ¿quién nos toca? Cuatro o cinco'. Y era así. En Mestalla nadie nos podía plantar cara; ahora, cuando íbamos fuera, teníamos problemas. Muchos. Éramos un equipo blandito. El VCF ha sido campeón cuando ha sido duro: con las mismas armas que el Madrid y el Barça, ellos están por delante porque tienen más cantidad de buenos jugadores.

P Por último, estuviste una tercera fase en la que entrenaste al Mestalla. Y coincidiste con Silva.

R Yo estaba en en Tercera y David Silva subió al filial con Voro. A Voro lo destituyeron faltando 1o partidos y tuve que cogerlo yo. David era cadete y había muy buen equipo: Albiol, Gavilán, Silva, Sisinho, Carlos Pérez, un central que se lesionó de la rodilla. Muy buen equipo, pero muy verde. Y bajamos. Pero Silva tenía mucha personalidad y, al final, ves a jugadores de mucho talento,pero tienen que tener mucha personalidad, porque es un mundo de enorme competencia. Y los entrenadores quieren jugadores que les den rendiminto inmediato. Trabajo y calidad en los momentos importantes. Gavilán era muy bueno, per David era el mejor.

P También fuiste secretario técnico del club.

R Era un 'scouting'. Suso (García Pitarch) era la persona importante de esa estructura. Viajé mucho a Sudamérica, me sirvió muchísimo, para después también en el Atlético de Madrid. Te sirve para saber moverte en el mundo internacional. Saber dónde está todo. He conocido a muchísima gente. Hay gente con una gran información, pero les falta ser valientes a la hora de decidir. ¿Pero tú a quién firmarías para el equipo? Ahí está la gran capacidad de un director deportivo. Y hay gente con una gran información, pero no tienen la valentía para decidir los jugadores que realmente interesan en este equipo. Cómo tengo que mejorar este equipo.

P Vienes de ser director deportivo del Barça tres años. De los jóvenes de Valencia, ¿con quién te quedas?

R Ferran Torres y Kang In, van a marcar una época los dos, totalmente. Si tienen un entrenador y un director deportivo que les dan el tiempo, la posición y el enclave, marcarán una época en el Valencia. No tengo la mejor duda. Conozco mucho al coreano porque lo lleva una agencia de representación que yo he trabajado con ellos; y a Ferran, menos, pero sé su entorno y es un jugador con todas las condiciones. Y si no lo es jugando delante, lo será de lateral derecho: porque tiene la potencia para llegar y centrar muy bien. Si no tiene ese desequilibrio en parado para jugar de interior, de extremo, como defensa viene en velocidad y él tiene esa capacidad de traslación porque es muy poderoso. Si no triunfa de extremo, lo hará de lateral derecho.

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