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Liga Europa

El equipo del rey de los supermercados rusos

El oligarca Sergei Galitsky fundó hace una década el equipo y sufragó un estadio de 460 millones

Sergei Galitsky

Con el Krasnodar, rival del Valencia en los octavos de final de la Liga Europa, pasa justo lo contrario que con el Celtic de Glasgow. Si a los católicos escoceses les sobraba rancio abolengo y leyenda, pero con un presente deportivo devaluado, la historia de este conjunto sureño de Rusia no viene revestida de un pasado poético, pero sí supone una mayor amenaza sobre el césped. El club fue fundado en 2008 y es uno de esos proyectos efervescentes nacidos en el nuevo país de los oligarcas. El Krasnodar es el sueño de Sergei Galitsky, empresario de éxito que empezó su carrera en 1994, como mayorista de perfumes y productos de belleza. Desde esa base abrió la cadena de supermercados Magnit, que tiene repartidas por el país más de 15.000 tiendas con el eslogan «Precios siempre bajos».

Pero la reluciente fortuna y la aparición en la lista Forbes no son una cima suficiente, si esa fama no se acompaña de la vanidad del reconocimiento social en su propia ciudad, entre su gente. Galitsky fundó el Krasnodar y ha invertido 460 millones de dólares en un moderno estadio que la prensa local ha bautizado, con socarronería, como el «Galiseum». Para embellecer la obra, gastó otros 70 millones en el entorno del estadio, en un imponente parque con 500 árboles y 800 rosales.

En una década, Galitsky (51 años) ha armado un proyecto ambicioso que ha colocado al Krasnodar en el mapa del fútbol patrio, hasta ese momento dominado por clubes de nostálgicas siglas soviéticas. El Valencia CF ha evitado a los conjuntos de más renombre continental. Al Arsenal con felices precedentes blanquinegros pero dirigido por Unai Emery, al Nápoles de Ancelotti y el trauma de los cinco goles de Fonseca en el 92,al Chelsea o a un Sevilla especialista en este torneo desde la noche del cabezazo de M'Bia. Sin embargo, el Krasnodar viene de eliminar en dieciseisavos a un equipo de la tradición del Bayer Leverkusen. Y previamente, en la fase de grupos, pasó como segundo clasificado junto al Sevilla, en una liguilla que dejó como lectura la fortaleza de los rusos como locales. Tanto el conjunto hispalense, como el Standard de Lieja y el Akhisarspor cayeron por idéntico resultado en el Krasnodar Stadium: 2-1. El otro hándicap será jugar la ida en Mestalla (7 de marzo, 21 horas), con la obligación de obtener una buena renta de cara a la vuelta en Rusia (14 de marzo, 18:55 horas), con el equipo lejos de la atmósfera festiva de València con las Fallas.

Al Valencia le beneficia estilo netamente atrevido y ofensivo implantado por el joven técnico Murad Musayev, de 35 años, y criado desde la promoción interna del club. La filosofía ofensiva del Krasnodar puede favorecer la producción de contragolpes valencianistas, al ritmo de un Gonçalo Guedes cada vez en mayor ebullición física. En el equipo rival destaca su trío de mediapuntas. El sueco Viktor Claesson, el brasileño nacido en Bélgica Wanderson y el menudo y habilidoso uruguayo Pereyra. El gol del empate logrado frente al Sevilla, en una serie de triangulaciones al primer toque son una muestra del fútbol asociativo de los rusos. No obstante, el arma secreta del Krasnodar es el delantero Magomed-Shapi Suleymanov. El atacante, de solo 19 años, lleva 7 goles saliendo siempre desde el banquillo y habiendo acumulado únicamente 379 minutos de juego. En otras palabras, un gol cada 54 minutos de juego. Ante el Bayer, con un suave golpeo de falta desde la frontal, con la zurda.

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