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Orígenes

El Valencia F.C. nació con el sabor de un vermut

La historia del club valencianista quedó unida al Bar Torino

El mítico bar Torino. LEVANTE-EMV

Ya es sabido que la historia del club valencianista quedó unida al Bar Torino. En el emblemático establecimiento se reunían los componentes que tuvieron que ver con la fundación del Valencia F. C. El Torino se ubicaba en la Bajada de San Francisco, nº 8 o 10, según épocas, frente al popular Café Suizo y el Hotel Continental. La calle, conocida como Devallada de Sant Francesc, era una de las vías más populares y comerciales de la ciudad. También un punto de referencia y centro de actividades. Transcurría entre la plaza de Cajeros, a la altura aproximada del Pasaje de Ripalda, para ir a desembocar en los jardincillos de la plaza de Emilio Castelar, antes de San Francisco, haciendo esquina a la calle de Barcelonina. El bar se hallaba emplazado junto a la sombrerería de Farinós y un comercio de calzados donde, posteriormente, se estableció Casa Cuesta, popular tienda de artículos fotográficos.

Hace cuatro años decidimos hacer averiguaciones sobre el bar y su emplazamiento. Consultamos los padrones y comparamos planos para establecer el punto exacto de la ubicación del desaparecido establecimiento. En el padrón de 1920 encontramos a Enrique Novejarque Rueño, de 65 años, que figuraba como propietario del bar, y a su esposa Mariana, junto a su hija Trinidad.

El Torino debió instalarse alrededor de 1908 o 1909, ya que lo hemos visto anunciado en un Directorio Comercial de 1910 como New Bar Torino. También aparece registrado en el Directorio Valenciano de 1914, como cervecería. En la Exposición Regional Valenciana, de 1909, instaló una sucursal que fue testigo de esos primeros partidos de foot-ball que acontecieron en la Gran Pista, formando parte de un amplio programa deportivo. El céntrico Bar Torino debió desaparecer junto a los derribos de finales de los años 20, cuando se había proyectado ensanchar el perímetro de la actual plaça de l'Ajuntament afectando al trazado urbano que haría desaparecer la emblemática Bajada de San Francisco. Era alcalde de la ciudad el marqués de Sotelo.

En la calle de Barcelonina, a principios del siglo XX, se prodigaban las plantas bajas en los primeros números. En ellas se hallaban establecidos ordinarios o recaderos de diferentes poblaciones valencianas. Al principio de la calle se localizaban diversos comercios, pero nunca relacionados con un bar. Tan sólo, en el nº 5, existió una casa de venta de vinos y en 1927, en el nº 3, un café económico a nombre de Miguel Mengod.

En febrero de 2013 realizamos un informe con todos los datos y lo pusimos a disposición de la Fundación del Valencia CF con el título genérico de 'Kilómetro 0', estudio en el que también recomendábamos la instalación de una placa que recordara el punto exacto donde se encontraba el bar y aquellas primeras reuniones para la creación del club. En noviembre de 2014 tuvo lugar la instalación propuesta y, desde ese momento, se convirtió en un lugar de marcado carácter valencianista.

¿Pero a qué se debe el nombre del Bar Torino? Sin duda al Vermouth Torino que, con ese título, estuvo de moda a principios del siglo XX compitiendo con otros licores de aperitivo como la menta, el vino de Jerez, el anís escarchado o la Kola Cortals, licor de nuez de elaboración valenciana tomada como estimulante digestivo. Tal vez los representantes del vermut animaron a Novejarque a rotular el bar con su marca o bien se decidió este título por la especialización del bar en servir vermouth como popular y novedoso aperitivo. La empresa valenciana Cherubino Valsangiacomo elaboró el Vermouth Vittore, bebida cuya fórmula seguía la del genuino Torino. Esta sociedad, en el Grao, comercializaba el vermut presentado en reducidos botellines en todos los bares y cafeterías de la ciudad.

Llegaba marzo de 1919 y la ciudad se preparaba para las fallas. Ese año, según Soler y Godes, se plantaron 23. Las fiestas falleras comenzaban su andadura anual junto a otro acontecimiento importante para la ciudad. Un grupo de entusiastas estaba gestando la constitución del Valencia F. C. Sus miembros se reunían en torno a las mesas redondas presentes en el interior del pequeño bar, frente a la barra y tras la estantería repleta de botellas de licor. Una fotografía del establecimiento acompañó un anuncio publicado en la guía oficial de la Exposición Regional. Se convertiría en la imagen del recuerdo, fiel testigo del lugar de reunión. Tal vez fuera allí donde se dieron los primeros pasos antes de redactar el acta constitucional que se halla en poder de la Fundación del club. Todo ocurriría al calor de un buen vaso de vermut como aperitivo del club centenario.

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