P ¿Cómo llega Baraja a Mestalla?
S Subirats: Tras la final de París se fueron jugadores como Gerard, Farinós, Piojo....Pero mi idea era conformar un equipo que pudiera mantener el nivel y uno de los fichajes fue Baraja. La apuesta fue muy fuerte porque tuvimos que pagar la cláusula de rescisión. Se hablaba de Makelele, que estaba en el Celta, pero yo tenía claro que no era ese el perfil que estábamos buscando.
B Baraja: Sí, es cierto, la apuesta del Valencia fue de riesgo porque yo no había jugado ni 80 partidos en Primera. Recuerdo que tuve que ir en persona a hacer el pago del 1.006. Para mí era un momento importante porque llegaba al subcampeón de Europa. Lo que más valoré es que al final, aunque se iban jugadores importantes, el Valencia se rehacía. Tenía una buena estructura deportiva y Javier tiene el don de elegir siempre bien a los titulares.
P¿Qué te encuentras aquí?
B Lo que más me sorprendió fue el nivel competitivo del equipo. Era fácil meterse en esa dinámica porque el equipo estaba muy hecho. Vi gente veterana, comprometida. Para mí ese primer año fue un año muy cruel. Jugamos la final de la Champions, la perdimos en los penaltis, y cuatro días después jugamos en Barcelona y nos quedamos fuera de en la última jugada del partido con aquel gol de Rivaldo. El equipo había hecho méritos para algo más.
P Durísimo lo de Milán....
B Terrible. La sensación fue de que pudimos ser campeones de Europa. Igual, en la otra final, el Madrid no te dejó opciones porque fue muy superior. Recuerdo el penalti a Kahn. Tiré para ser campeón de Europa si Carboni lo hubiera metido o para irnos a casa. Era el de la gloria o el del fracaso. Traté de buscar mi lugar de seguridad y confianza en el golpeo. La puse a un lado y Kahn dudó. Fue una liberación.
P Da la sensación de que no se ha hecho justicia con Héctor Cúper, que es un entrenador maldito...
S Llegar a esas finales fue muy complicado y al entrenador no se le dio el mérito que tenía. El Valencia de Cúper era un equipo muy trabajado y muy ordenado.
B Héctor Cúper se va del Valencia con un gran legado a nivel de lo que inició Ranieri con esa Copa del Rey del año 99. Cúper deja un gran equipo, trabajado y consistente, que luego aprovechó Rafa Benítez para tratar de aplicar su método. El Valencia no es un club de entrenadores sino de jugadores. Te pones a recordar la historia y, excepto Di Stéfano o Benítez, se ha reconocido a muy pocos entrenadores.
P Tras la final de Milán todo apuntaba a final de ciclo...
S Parecía que se iba a derrumbar todo. Había mucho drama. No me asustaba traer a un entrenador como Rafa Benítez, que estaba cuestionado antes de llegar porque decían que le faltaba experiencia, pero yo lo había visto trabajar en el Tenerife y lo tenía muy claro. Estaba también convencido del grupo de jugadores que había.
B A Benítez lo había tenido en el Valladolid y lo conocía. Sabía que íbamos a ir mejorando poco a poco. Empezamos en la zona intermedia, se tuvo paciencia, y la segunda vuelta fue espectacular.
P El partido de Montjuïc, clave
B Yo había tenido una lesión de rodilla y fui el primer partido en el que volví a jugar. Entré en la segunda parte. Íbamos perdiendo 2-0 e Ilie (primer fichaje de Subirats cuando se hizo cargo de la dirección deportiva del Valencia) marcó el 2-3 definitivo. Ilie nos ayudó mucho en esa Liga. Fue clave porque se hablaba de que podía haber cambios, pero el equipo demostró que tenía fe en lo que hacíamos. Fue quizás el impulso que necesitábamos.
P ¿Estaba Benítez destituido en el descanso?
S No, para nada. Eso es lo que se dice, es la leyenda que hay. En un club hay mucha gente que habla, como cuando se decía que no iba a venir Benítez sino otros......
P Rubén, ese año de la primera Liga jugaste solo 17 partidos, pero marcaste 7 goles. Fuiste el máximo goleador del equipo...
B En ese momento no había grandes goleadores sino futbolistas con mucho trabajo, como Mista o Angulo, y yo tuve la suerte de acertar con el gol que nos iba avanzando en la clasificación. Cuando vienes de atrás y nadie te da como opción, es una gran ventaja. Eso lo vivimos en la temporada siguiente, después de haber ganado la Liga. Yo creo que el Valencia siempre tiene que estar en el grupo de los mejores, pero no siempre llevar la presión de tener que ganar la Liga cada año. Al venir de atrás, no llevábamos esa presión, y eso nos ayudó mucho. Luego, cuando llegamos arriba, la eterna duda era saber si íbamos a aguantar. Ahí el equipo demostró que realmente era un equipo campeón.
P El partido de la segunda vuelta en Mestalla ante el Espanyol, otra remontada pese a la expulsión de Carboni, es el decisivo...
B Osasuna antes, que marcamos en el minuto 93, nos da mucha confianza. Pero ese partido, si lo ganabas, estabas a tres puntos de ser campeón. También el Madrid falló y estuvimos ahí cuando teníamos que estar. Después de ese partido estábamos convencidos de que íbamos a ganar la Liga.
S Cada partido que pasaba era como una eliminatoria de Copa, parecía que si ganabas seguías adelante y si perdías, te quedabas fuera. Pero ese día fue que de verdad vi que íbamos a ser campeones.
P Una de las claves de aquellos años fue la pareja Albelda-Baraja, que puede ser quizás una de las mejores de la historia...
B Con esa pareja en el centro del campo se ganaron títulos, pero luego, con el paso del tiempo, ha ido significando más cosas porque muchos equipos han ido copiando ese modelo de doble pivote, uno más posicional y otro que se descuelga más. Ese doble pivote surge de la final de la Champions ante el Bayern, es un cambio que hace Cúper, que quita a Aimar y saca a Albelda en el descanso. Es de lo que hablábamos antes. Me da mucha tristeza que se critique a Cúper porque ese partido de Milán jugamos de inicio con Mendieta a la derecha, Kily a la izquierda, yo detrás, Aimar delante en rombo y dos puntas, cuando todo el mundo decía que Cúper era defensivo. Ese cambio para poner a Albelda en un doble pivote fue luego el éxito de los siguientes años de la historia del Valencia. Es injusto criticar a Cúper por tomar esa decisión cuando luego ha sido el modelo de los grandes éxitos.
S Sí, también se criticaba a Ranieri por ser defensivo y la final de la Copa del 99 la jugó con un 4-3-3 y con tres delanteros: Ilie, Vlaovic y Piojo, un modelo que ahora lo utilizan casi todos los equipos.... Yo tuve a Albelda cuando era entrenador del Villarreral y luego lo recuperé para el Valencia. Yo ya lo había entrenado en el Sub 17 del Valencia, y sabía lo que podía dar. Aunque antes jugaba más adelantado.
P ¿En que os parecíais como futbolistas?
S Yo creo que era mejor en el regate y en el uno contra uno, pero él tenía mucha más fuerza y era mejor en el juego aéreo. Él tenía más llegada. Yo era bueno en el pase, tanto cambios de orientación como pases difíciles de filtrar, y lanzaba faltas. También he marcado goles. Él no me ha visto jugar ja, ja, ja...
B Se puede asemejar un poco en distintas etapas, he visto algún vídeo. Subi sería un prototipo de jugador para jugar con tres dentro. Subirats, Solsona, Arnesen..... En la historia del club ha habido grandísimos jugadores. La gente tiene el recuerdo más cercano y eso es injusto.
P Javier, se gana la primera Liga y te dan las gracias por los servicios prestados.... ¡A la calle!
S La verdad es que te sientes decepcionado, porque ganas la Liga y no te dan el contrato que luego han dado a otros. Pero la Liga de 2004 la considero parte de mi legado. Excepto alguna lámpara y algún sofá (ríe). Estaba el entrenador y 18 de la plantilla eran fichajes míos. Después de aquellos años, el equipo no ha vuelto a estar en esa situación.
P ¿2004, el del doblete, es un año irrepetible?
B Es irrepetible, pero siempre se debe pensar que se puede estar entre los mejores. Se marca un estilo no solo como equipo sino como modelo de lo que luego ha sido el fútbol moderno con las rotaciones etcétera.... Eso, aparte de los títulos que logramos, fue la grandeza de lo que consiguió el Valencia.
P ¿Se murió de éxito?
B Se juntaron muchas cosas. Se va la persona que ha organizado el equipo, Subirats, se va el entrenador que ha conseguido los éxitos, Benítez .... Ahí el Valencia pecó de soberbia. Y luego pudimos bajar. Al final los éxitos siempre son de los jugadores, los entrenadores, y hay que darle valor en la gente que está trabajando en el día a día. Ahí se pensó: estamos en la cima del mundo y da igual quién entrene, da igual quien organice, que esto va a tirar adelante. Se tomaron malas decisiones y los resultados no acompañaron. Se entró en una dinámica del todo valía. La inercia nos aguantó un poco y el equipo se fue cayendo. El VCF perdió todas sus señas de identidad. Pero aún así, ese 2005 que empieza Ranieri y termina Antonio López, tampoco fue tan mal porque el equipo acaba séptimo. Ahora va noveno en LaLiga....
S Las señas de identidad se perdieron, es cierto, pero creo que se recuperan con Quique. Yo había vuelto al club para recomponer el equipo, fiché a Quique de entrenador y a Villa. Ese año se pudo ser otra vez campeón. Como no estaban contentos porque estábamos en Champions antes incluso de acabar la Liga me fui otra vez.... (sonríe). Los directivos no estaban contentos porque me decían que querían que jugáramos 4-3-3 como el Barça.
P ¿Ese modelo se asemeja un poco al de ahora?
B Con Quique se mantiene el nivel, hacemos unas buenas Champions y nos elimina el Chelsea, pero luego se vuelve a perder la identidad. Se podría decir que es parecido al de ahora. Con ese modelo siempre se han conseguido cosas. Pero no podemos hablar del mismo. Para poder volver a crecer hay que estar todos los años en Champions.
S El problema fue que después de 2005 van llegando jugadores a unos precios abusivos y no dan el nivel. Y se llega a un momento crítico en el que el club está desnortado. Ahora es muy complicado volver a aquellos años porque hay muchos clubes que ya te han adelantado. Lo que te mantendrá arriba es una buena estructura de club.
P Esa es la temporada 2008. Cuatro entrenadores (Quique, Koeman, Óscar Fernández y Voro) y se gana la última Copa del Rey...
B Destituyeron a Quique siendo terceros, en Sevilla, yo me lesioné ese día. Llegó Koeman y el equipo se fracturó. Era imposible la situación que había a nivel interno con lo de Angulo, Albelda y Cañizares. Entramos en barrena.Ese año pudimos bajar. Había miedo a bajar. Yo ya lo había vivido con el Atlético. Si quieres te digo los nombres... Ese año había jugadores muy buenos y jóvenes como Mata, Silva , Villa o Joaquín que no podían soportar esa presión. Si la afición hubiera apretado al equipo, se habría bajado.
P Dos años después, 2010, con Emery, se enteró por televisión de su no continuidad...
B Lo que pasó no me afecta. Las formas pudieron ser mejores, sí, pero bueno se hizo así. Ya está. Me tocó aceptar que no me dieran un año más....
P Javier tú seguiste jugando en Orihuela. Baraja, te retiras a los 34 años, ¿no te picó el gusanillo de seguir?
B Tuve buenas opciones. Pero cuando juegas en un club tan grande como el Valencia necesitas grandes retos. Y no encontré una motivación mejor. Dejé el fútbol antes de que el fútbol me dejara a mí. No hay nada mejor en una carrera deportiva que te identifiquen con un equipo. Yo he tenido esa suerte.
S Yo pensaba dejar el fútbol, pero me llamaron dos amigos que estaban en el Orihuela (Higinio -qepd, y García Pitarch), para jugar allí y casi subimos a Primera . Ahí ya decidí que era el momento.
B Javier y yo nos hemos enfrentado. Él estaba de entrenador en el Villarreal y yo jugaba en el Atlético B. A mí estuvo cerca de ficharme el Villarreal antes que el Valencia. Me reuní con Llaneza en Madrid. Me ofrecían seis años y pagaban pasta. Pero se lesiona Bejbl y el Atlético no me deja ir. Hubiéramos hecho la pareja Albelda-Baraja en el Villarreal....
