Mestalla espera otra función esperanzadora de un Valencia que quiere trasladar a Europa el estado de felicidad en el que vive instalado desde que accediera a la final de Copa del Rey. Un logro que liberó al equipo blanquinegro para derrotar sin dificultades al Athletic Club en LaLiga. Con la final de Copa ante el Barcelona aparcada hasta finales de mayo, la ida de los octavos de final de la Liga Europa frente al Krasnodar es una oportunidad para confirmar la recuperación, a todos los efectos, del proyecto. A diferencia de la Copa, nadie se atreve a calificar el torneo continental como un reto no prioritario: «Yo elegiría ser campeón de la Europa League, porque te lleva a la Champions y eres campeón y te llevas un trofeo más a la vitrina», apuntó ayer Marcelino.

El técnico asturiano no se fía, para nada, del perfil semidesconocido del conjunto ruso, con apenas una década de vida, pero que viene de eliminar al Bayer Leverkusen y que solventó con victoria los tres partidos de la liguilla previa, uno de ellos frente al Sevilla: «Siempre queremos ganar y ahora nos toca intentar ganar al Krasnodar, que no va ser sencillo. El Krasnodar es un equipo que juega dinámico y rápido y hacia delante. Intenta sacar el balón jugado aún con presión alta del rival. Es un muy buen equipo al contraataque y tenemos que estar muy atentos. Tienen jugadores en el último tercio buenos y si no fueran buen equipo no hubieran eliminado al Bayer Leverkusen».

Esta será la primera eliminatoria de la temporada (tras Ebro, Gijón, Getafe, Betis y Celtic) en la que la vuelta no se disputará en Mestalla: «A ver si con el apoyo de la afición somos capaces de lograr un buen resultado y no encajar, pero nunca sabes porque luego te pegan un machetazo. Si fuéramos capaces de ganar con holgura estaríamos muy cerca, pero creo que no se va a dar porque el rival es poderoso».

Mamaev, en prisión

Uno de los alicientes puede estar en el partido número 100, con solo 22 años, de Carlos Soler, que apunta a la titularidad junto a Guedes. Enfrente estará un Kranodar con vocación atacante, con facilidad para armar contragolpes. Tiene bajas importantes como su organizador Pável Mamáev (en prisión preventiva desde octubre acusado de agredir a dos funcionarios y a un conductor), pero aún así destacan jugadores como el lateral Cristian Ramírez, la calidad técnica de Pereira y Claesson en la mediapunta o la extraordinaria eficacia del atacante zurdo Suleymanov, de 19 años, saliendo desde el banquillo. «Dejar la portería a cero sería un gran paso», apuntaba ayer José Luis Gayà. «El rival va segundo en su liga y eliminó en el cruce anterior al Bayer Leverkusen».