Mestalla ha revivido esta tarde grandes momentos con el reencuentro con más de 200 exfutbolistas que han pasado por el club en sus 100 años de historia. La jornada del Partido de las Leyendas tuvo como grandes protagonistas, en el prepartido, a Mario Kempes, que portó la bandera del club, y a Daniel Mañó, que con 86 años ha sido el exjugador del club más mayor presente en el acto.

Sólo una quinta parte de ellos tomó parte, después, en el Partido de las Leyendas ante un combinado de la selección española. El resultado fue pura anécdota (1-2), a favor de España. La verdadera razón de asistir al campo era otra. Reconciliarse con la historia. Ver en acción a Subirats, a Fernando, Albelda, Djukic, Giner, Cañizares€

«Keeeeempes, Keeeeempes, Keeeeeempes». El primer estadio del mundo que coreó al unísono el nombre de un futbolista recuperó ayer, 40 años después, sus grandes liturgias. La de Kempes es la más sonada. Fue un momento especial para quiénes lo vieron cabalgar en Mestalla, melena al viento, y para los que sólo habían escuchado hablar de él o lo habían visto en vídeos vintage. Los más pequeños miraban incrédulos a los que ya pintan canas: Lágrimas en los ojos, bufanda al viento, coreando el nombre del futbolista más «grande» de la historia del Valencia CF. El efecto contagio fue inmediato. Los niños y no niños de Kempes, todos juntos.

La tarde recuperó otros viejos gritos de guerra, más recientes: El «Kily, Kily», el«Carboooni, Carbooni» o el «Fernando es un maestro», después de que el futbolista se hiciese una falta a sí mismo al comenzar el partido tras una combinación con Subirats. Sí, Subirats y Fernando haciendo la pared. Otra vez. Puro caviar. El protagonismo final fue para Cañizares, que salió a ocupar la portería en los últimos minutos.

La hora indicada para disparar al click de las cámaras fue sobre las 18.15, cuando ya estaban reunidos los más de 200 futbolistas en el medio campo. Se presentaron al césped por orden de generaciones. Primero, las familias de Mundo, Pasieguito o Juan Ramón, de l campeonísimo Valencia CF de los 40. Daniel Mañó, de 86 años, campeón de la Copa del 54, fue el primer exfutbolista en saltar al campo. Era tierna la imagen, posando solo, sentado, como símbolo del valencianismo vivo más antiguo. Junto a él, Aliaga, Ramírez, Chirri, Martí y Egea portaron aquel título.

El speaker anunció después la entrada de Roberto Gil, «uno de los más grandes de la historia». Era el turno de los jugadores de los 60 y los 70: Paquito, Escudero, Guillot, Pepe Martínez, Urtiaga, Cabello, Vidagany, y compañía, los campeones de las dos copas de Ferias de los 60. Esencia pura del Valencia CF que se abrió a Europa.

A medida que los futbolistas en salir eran más contemporáneos, las ovaciones de la grada fueron creciendo. Ocurrió cuando los focos de dirigieron al Valencia CF de los 70 y 80, al de Kempes. Los Pepe Balaguer, Subirats, Carrete, Botubot, Cerveró, Arias, Saura, Solsona, Tendillo, Subirats, Bonhoff, Sempere, Manzanedo o Castellanos, con su barba de toda la vida para tapar la cicatriz que le dejó un defensa del Granada. Kempes portó después la bandera, al finalizar el acto de presentación, como no.

Llegaron los futblistas de los 80 y 90, «grandes» como Fernando Gómez, Robert, Tendillo, Camarasa, Voro, Fernando Giner (el padre de la histórica jornada de ayer), Arroyo, Fenoll, Vlaovic, Gálvez, Bossio, Nando, Zurdi o Cuxart. A continuación, los pupilos de Luis Aragonés (Poyatos, Otero, Engonga, Romero, Esjurza, Mijatovic...), los campeones de Copa del 99, finalistas de las dos champions de 2000 y 2001 y los protagonistas del último Valencia CF supercampeón: Carboni, Fabio Aurelio, Sánchez, Piojo López, Farinós, Gerard, Kily, Rufete, Sánchez, Salva, Djukic, el gran capitán David Albelda, Marchena... para unirse con los futbolistas de la actual plantilla.

El club estrenó su próximo Centenario dándole el saque de honor al canterano más joven de la Escuela de Paterna: Omar Galiana, de 5 años, que se recorrió medio campo y marcó un gol para la historia.