¿Disfrutaste del partido de leyendas?
Sí, porque hacía cuatro o cinco años que no jugaba. Y mis hijos pequeños no había tenido ocasión de estar conmigo en el campo. Al principio, era una sorpresa: no sabíamos ni cuánta gente iba a venir ni cómo se iba a desarrollar. Fue un día inolvidable para todos y un momento para reflexionar.
¿En qué sentido?
En cuanto al trato de exjugadores y afición. Es un momento para impulsar esa relación. El trato en la Liga española con las leyendas no es como en la Premier, donde es una barbaridad el culto a las leyendas.
¿Qué te emocionó?
Todo en general, desde reencuentro con excompañeros, reencuentro con la afición. todos hemos vivido nuestra historia en el club y, a pesar de momentos complicados, el cariño de la gente siempre lo he notado.
¿Qué te dijeron tus hijos?
Estaban emocionados al ver tanta gente y a su padre vestido de futbolista, que nunca lo habían visto. El mayor, David de nueve años (que juega también de medio centor), me decía que por qué no me iba más al ataque. 'Papi, per què no puges?'.
Hay una foto en la que Cañizares te pide que subas.
Santi al principio era reacio a jugar porque llevaba muchos años sin tirarse a tierra. Cuando pierdes esos hábitos es difícil para un portero.
¿Por qué estás en forma?
Siempre me ha gustado el deporte. Combino la bicicleta con ir al río a jugar una liga de fútbol 7 con los amigos. El secreto está en no coger kilos. El domingo, era un día tan de fiesta que lo último que importaba era el resultado. Pero hay que ir fuerte al balón, cada uno dentro de su estilo. El de Vicente, por ejemplo, era subir y regatear.
¿Cómo viste a Ranieri?
Emocionado, es un hombre muy pasional. Ha estado en muchos equipos pero siempre ha trenido un gran recuerdo del VCF.
¿Echas de menos jugar?
Competir sí: cuando voy al río, quiero ganar.
¿Y en la bici qué haces?
Vivo en Rocafort y voy a Nàquera y Serra; o bajo al pueblo (La Pobla Llarga) y, con la cuadrilla ciclista, vamos a Ontinyent, Agres, Muro...
¿El club ha estado a la altura del Centenario?
En alguna comida parece ser que Anil (Murthy, el presidente) comentó aquello de 'bien, haremos el Centenario, pero que al club no le cueste dinero'. Es difícil montar algo como lo del domingo sin la implicación del club. Todo se ha montado alrededor de la Asociación de Futbolistas encabezada por Giner. ¿Los precios del partido de leyendas?, pues quizá hubieran podido ser gratis, que se llenara el estadio y que la gente se quedara con ganas de más.Giner ha pasado momentos de mucha tensión, tanto tiempo detrás de la gente por si venía o no, porque no olvidemos que todos tenemos otra vida ya. Esta labor solo la podía hacer él porque se desvive por la Asociación.
¿Echaste de menos a alguien?¿A Mendieta?
Mendi es un referente. Él ha estado en China en una competición privada de la que es uno de los artífices y la organizaron antes de saberse cuándo era el partido de las leyendas.
¿Y tú por qué no fuiste a la marcha cívica del día 18?
Primero porque tengo familia y segundo porque a mí lo que me atraía era volver a jugar. Pero tampoco ha habido una agenda concreta del Centenario y ha sido difícil organizarse. Hay que agradecer primero a la afición, porque se ha volcado de una manera espectacular. Solo ya por el hecho de pagar porque no sabía qué iba a ver: ¿la gente quería un espectáculo futbolístico?, y eso se traducía en un dolor de cabeza para confeccionar la lista de los que iban a jugar. Gracias a la afición, que se ha volcado sin saber a lo que iba, por pasión valencianista. Y el segundo pilar ha sido la Asociación de Exfutbolistas y Giner.
Hubo muchos niños el domingo en Mestalla
Esta emoción era de valencianismo puro por encima del día a día sobre todo en un club que ha estado inmerso en guerras de poder y donde todos se han movido por intereses.
¿Quieres entrenar?
Cuando uno se retira, abre puertas: la embajada de la Liga, los medios de comunicación... Tengo que compensar eso con estar cerca de mis hijos. Tengo el título de entrenador nacional, pero ahora estoy satisfecho.
¿Cómo ves al equipo de Marcelino?
Es curioso: estamos vivos en dos competiciones que estuvimos a punto de estar muertos. Marcelino y Mateu Alemany han traído estabilidad en la parcela deportiva, algo que fallaba mucho: Neville, se cargaron a Pizzi cuando lo hizo bien... Hay estabilidad y eso se agradece.
