El eco del gol más celebrado de la historia de Mestalla no se ha extinguido. «Això va ser Troya», definió en su día José Vicente Forment, el autor de aquella proeza acontecida el 28 de marzo de 1971 y que dejó en bandeja la Liga al Valencia de Alfredo Di Stéfano. El delantero de Almenara marcaba de cabeza en el minuto 93 el gol que deshacía el 1-1 contra el Celta. No se recuerda otra celebración tan furiosa que la de aquel tanto que rompía 24 años de sequía sin cantar el «alirón». Ni los goles de Rodrigo frente al Getafe en Copa del Rey ni, siquiera, el doblete heroico de Baraja contra el Espanyol en 2002, otro tanto de propiedades formentianas.

Aquella tarde de 1971, 60.000 personas fueron testigos de un gol de culto, que merece seguir celebrándose. Por segundo año consecutivo, un centenar de aficionados quedaron convocados en Mestalla por el escritor Rafa Lahuerta para celebrar, junto a Forment, ya con 71 años, la efemérides de tan feliz gol. Como en el año pasado, cuando se organizó de forma espontánea, se encendió una traca, aunque esta vez con un fuerte contenido simbólico: Javier Iranzo prendió fuego con el mechero de su hermano Jorge, el histórico hincha fallecido en noviembre de 2016. Antes, Cisco Fran cantó un tema, Sarrià 71, que emocionó a los asistentes y, sobre todo, al homenajeado Forment.

«No ha habido otro gol similar en Mestalla», rememoraba Lahuerta. «Había 60.000 personas aquel día en Mestalla. La antigua grada de General de Pie ocupaba, hasta la renovación de 1973, también el graderío posterior de Sillas Gol. Fue la mejor entrada de la temporada y la afluencia fue masiva, por encima de lo permitido. El VCF se estaba jugando la primera Liga desde 1947 y el gol llegó en el 93. La locura y la lluvia de almohadillas fue apoteósica».

Ningún gol resiste la carga simbólica del de Forment, a juicio de Lahuerta, autor de «La balada del Bar Torino» (Drassana): «El gol de Baraja en 2002, con otra remontada y un futbolista menos, tiene una fuerza escénica majestuosa, pero no iguala la energía que desprendió Mestalla ese día».

¿Y cómo fue aquel gol? «Era un córner en el minuto 93», recuerda Forment, «la última jugada. Antes, los árbitros no daban tiempo extra, pero sí añadieron un poco. Sacaba Sergio el córner, subieron los centrales Barrachina y Aníbal y también el lateral Sol, todos los grandotes. Los defensas del Celta los marcaron a ellos, pude desmarcarme al primer palo y peinarla de cabeza al segundo». Boom, la explosión de júbilo. El partido se disputó a falta de tres jornadas y el VCF tomaba la directa para el título, ya encaminado con el tanto (también milagroso) de Antón en el partido posterior en Sabadell. Durante años se habló de la Liga de 1971 como «l'última lliga».

Dos libros de regalo

Los promotores de la espontánea iniciativa hicieron entrega a Forment de dos libros. «Los 100 del Centenario», escrito por el músico Sergi Calvo (Espasa Narrativa), que reúne cien microrrelatos de personajes vinculados a la historia del club y «Salvaje Oeste», de Xoan Tallón, en el que llega a aparecer el propio Forment como fugaz personaje.