El Valencia sigue su escalada hacia la Champions tras vencer anoche al Betis en el Villamarín. Dos latigazos de Guedes pusieron una ventaja muy cómoda solo complicada por un penalti cometido por Paulista y transformado por Lo Celso. El VCF disfrutó de la exuberancia de Guedes en la primera hora y sufrió la torpeza primero de Paulista y después de Rodrigo, expulsado a falta del último cuarto por un manotazo a Bartra. Se perderá el partido del miércoles en el Wanda ante el Atlético.

La frustración de Guardado, al acabar la primera parte, era comprensible. El Betis había controlado el juego (70% de posesión), había abortado las contras del VCF con 11 faltas y había disfrutado de un puñado de ocasiones de gol. Para nada. El Valencia se adelantó al filo del descanso en su primer tiro a puerta: un derechazo desde la frontal tras correr en paralelo a la línea del área grande amagando con el disparo a varios defensores verdiblancos. La típica jugada de Guedes.

La entrada de Rodrigo, con ese giro tan suyo al recibir el balón de espaldas a la portería contraria, le abrió las puertas del juego al Valencia. El hispano-brasileño ocupó el ataque junto a Santi Mina, y Guedes, que había empezado de delantero, pasó al interior izquierdo. Desde ahí arrancó la jugada del gol, el 4.500 del VCF. En esa acción, el pase de primeras de Parejo a Rodrigo, con efecto, es el que desestructura a la zaga verdiblanca. Después Rodrigo cede al portugués y dibuja un desmarque necesario para el desborde de Guedes. Rodrigo entró a la media hora por un Cheryshev lesionado tras un feo movimiento en la rodilla derecha: sufre un esguince.

En un gesto que le honra, Parejo se llevó a empujones a Guardado lejos del perímetro del árbitro, Sánchez Martínez, para evitar que el colegiado expulsara al mexicano por sus protestas.

El VCF arrancó como un cohete en la segunda parte. Quiso sentenciar y lanzó a Guedes por delante. En un córner ensayado, Parejo cedió rasó al portugués y este envió un misil a medio metro desde la frontal, su especialidad. El luso suma cinco goles en dos meses espectaculares con el Valencia (8 tantos y dos asistencias en los últimos 10 partidos).

Gritos contra Quique

El Villamarín arremetió contra Quique Setién, su entrenador. El técnico cántabro retiró a un defensa (Mandi) por un delantero (Loren). Marcelino, en cambio, se tapó con la entrada de Lato por Santi Mina para liberar a Guedes del trabajo defensivo. Al VCF le interesaban las posesiones largas para irritar todavía más a la afición bética.

Un error de Paulista, el enésimo, metió al Betis en el partido. Levantó el brazo en un centro de Joaquín y cometió penalti, convertido por Lo Celso. El panorama empeoró por la expulsión de Rodrigo al golpear con el antebrazo a Bartra en el salto. Sin ninguna necesidad, el Valencia sufrió hasta el final, pero se libró por la inofensividad del Betis. Y por la dinámica tan positiva: ahora todo viene de cara. Solo cabe celebrarlo.