En la explosión de Gonçalo Guedes en las últimas diez jornadas, con ocho goles y dos asistencias, intervienen varios factores alineados satisfactoriamente. El regreso de su mejor estado físico se une a la ambiciosa mentalidad del jugador portugués, con una exigencia personal que aumenta ante la aparición de adversidades, como lesiones, juego irregular y críticas de la grada o los medios. Pero esa perseverancia necesitaba de un retoque táctico fundamental, que ha sido su paso de extremo a delantero en el 4-4-2 de Marcelino. Un cambio que le libera defensivamente y permite que su perfil futbolístico, de velocidad, técnica y potencia en la finalización, con los matices de una carrera en ciernes con 22 años, empiece a aproximarse a la evolución de su compatriota Cristiano Ronaldo, cuya trayectoria se transformó en la transición de extremo a ariete.
«La comparación tiene coherencia porque los perfiles son parecidos», afirma a Levante-EMV João Tralhão, el entrenador que mejor conoce a Guedes. Fue su descubridor en los benjamines del Benfica y volvieron a coincidir en los juveniles del club lisboeta, en el decisivo trampolín previo a la profesionalización. «Es una comparación difícil de hacer porque Cristiano es Cristiano, lo ha ganado todo y es de los mejores del mundo. Pero Gonçalo tiene algunas características que le aproximan a Cristiano. Es muy potente, como lo era Cristiano años atrás, busca siempre el gol y tiene también gran facilidad para finalizar. Gonçalo finaliza con la derecha, con la izquierda, de cabeza, es un gran finalizador, lo ha sido desde siempre. Pero Cristiano es un monstruo. No debemos olvidar que Guedes tiene 22 años, es muy joven. Tiene una carrera por delante para demostrar que puede alcanzar niveles superiores», asegura.
Tralhão, que fue escogido por Thierry Henry para ser su segundo entrenador en el Mónaco, estaba «convencido» de que, a pesar de las dificultades vividas tras una pretemporada apartado en PSG y las molestias de pubis que desembocaron en el quirófano, Guedes volvería a mostrar su mejor versión por pura ambición, valor personal propio también de CR7: «Los que conocemos a Gonçalo sabemos que es un jugador muy competitivo, siempre generoso para mejorar. Nunca esperéis que baje los brazos, porque nunca espera a que las cosas pasen por sí solas. Las busca y las pelea. Solo es feliz si se divierte, marca goles y tiene actuaciones elevadas. Le gusta ganar, su personalidad es muy competitiva». «Físicamente, desde chico tenía condiciones excepcionales. Siempre fue muy potente y muy hábil, lo que unido al talento técnico-táctico y a su personalidad, lo convierten en un jugador único», añade.
«Baja si es extremo con 4-4-2»
Para que aflorara el mejor Guedes ha sido necesaria una pincelada táctica, y ha sido su paso de extremo a delantero, siempre en los márgenes del 4-4-2 de Marcelino. Tralhão recuerda que Guedes es más un «7» que un «9», pero con una formación en la que creció bajo el 4-3-3 que le mantenía más cerca del gol que en las obligaciones defensivas del 4-4-2: «Marcelino está buscando lo mejor de Gonçalo. Él sabrá mejor que nadie cuál es la posición en la que puede dar más rendimiento. Por mi experiencia, se siente más cómodo jugando en la banda cuando el equipo está en un sistema de 4-3-3. Con tres en el medio protegiéndole, Gonçalo cae por cualquiera de las dos bandas. Pero cuando juegas con 4-4-2, los futbolistas que juegan por la banda son más medios que delanteros. En ese contexto el nivel de Gonçalo es un poco menor, porque necesita estar cerca de las zonas de finalización. Para conseguirlo en un 4-4-2, debe estar de delantero. Ahora sí se ve, jugando de delantero se le ve más cómodo para hacer todo lo que sabe. De ese modo tiene mucha movilidad, está más cerca del gol y está más liberado de una obligaciones defensivas que ahora no tiene. Así se enfoca más en ataque y sale beneficiado su talento. Marcelino ha tomado una gran decisión».
Por último, Tralhão cree que el contexto del Valencia, un club exigente pero sin la celebridad excesiva del PSG, ayuda a que el potencial de Guedes crezca: «Con 22 años, su progresión en carrera debe ir paso a paso, con etapas ajustadas a su rendimiento y capacidad actual. Cuando se quiere dar un salto grande, en clubes de mucha presión, no es fácil reafirmarse siendo tan joven. El mejor contexto para que estos jóvenes crezcan en el fútbol de nivel internacional, es en clubes como el Valencia, que son exigentes, con una afición también exigente y que están muy cerca de la primera línea y que aspira a títulos. Le beneficia estar en un club de ese contexto, con presión y expectativas adaptadas a su momento. No está en un club para dar el salto, al Valencia solo le separan un pequeño grupo de clubes. Lo tiene todo para ser una referencia del Valencia varios años».
