Y no es únicamente el dinero que entra en caja, es el que dejan de ingresar -teóricos- rivales directos en la batalla por la cuarta plaza como Sevilla o Villarreal. Por eso, ya desde la primera vuelta, arreciaron las críticas constructivas al grupo después de tanto insulso empate, sobre todo en Mestalla. Todos esos puntos que volaron del templo situaban al murciélago al filo del abismo, flirteando con el drama societario. Afortunadamente, los jugadores supieron sobreponerse del mazazo europeo ante el Arsenal y remontar un partido que se había puesto muy cuesta arriba con el cabezazo de Ximo Navarro ganando el primer palo. El escenario ahora es muy favorable, casi idílico. Queda un partido contra el Valladolid -ya salvado- en el que el conjunto que dirige Marcelino García Toral depende de sí mismo para superar al Getafe en su desenfrenado sprint por acceder a la sala VIP del fútbol europeo. Es innegable que el juego del equipo solo ha sido vistoso en noches muy puntuales, que alguna rueda de prensa ha rozado la ciencia ficción, pero también lo es que, siempre que el Valencia selle esa cuarta posición, el fin justifica los medios. Ya habrá tiempo para pensar en poner cenefas en casa cuando podamos pagar la luz. Sumar los tres puntos en Pucela significa, por ejemplo, no tener que vender a alguno de los futbolistas referencia de la primera plantilla. Que no es poco.
Sin entrar a analizar en el microscopio la entidad de los rivales de Europa League (¿en qué posición acabarían en nuestra Liga FC Krasnodar o Celtic?), e independientemente del resultado que se produzca en la gran final de Copa contra el Barça, ganar el último partido en Zorrilla va a convertir esta histórica temporada del Centenario en muy buena. Sí. Muy buena. Cumplir cien años levantando un título al cielo de Sevilla será maravilloso e inolvidable. Pero encontrar vías de financiación para, por ejemplo, acabar el estadio de Cortes Valencianas y conseguir nuevos ingresos atípicos facilitará que, cuando ya no estemos aquí, nuestros herederos puedan montar el fiestón del bicentenario. Palabras mayores.
