«Ya he vendido todas las entradas. Lo siento».

-«¿Cuántas tenías? ¿A qué precio?».

-«4 entradas a 40o euros cada una. Suerte, adiós».

El hombre al otro lado del teléfono confirma, con un pronunciado acento andaluz, que las reventa de entradas para la final de Copa del Rey va como un tiro. En este caso, eran para la zona del Valencia CF, pero cuelga rápido el teléfono porque no quiere dar más datos de su procedencia. Posiblemente las haya comprado de la zona neutral, pero en la parte más cercana a la afición blanquinegra.

Cuatrocientos euros no es el precio máximo al que se comercian entradas para la cita del Benito Villamarín. Hay quienes ofrecen 450 euros por un asiento para el Valencia CF-Barcelona del día 25. En la demanda, los precios oscilan entre los 300 y los 500 euros. Los que ofrecen, más o menos lo mismo para unas entradas que se vendieron, a los abonados afortunados, entre 55 y 180 euros, dependiendo de la grada.

La reventa no sólo funciona entre los aficionados del Valencia CF. También hay un buen número de anuncios de oferta y demanda de asientos entre los seguidores del Barcelona, dispuestos a pagar precios similares, pese a que el Barça suma 5 copas consecutivas.

Entre los que ofrecen dinero por entradas hay supuestas empresas que, a sólo 10 días del partido, buscan hacer negocio. «Empresa de eventos ubicada y con oficina física en varios puntos de España compramos entradas de la Final de Copa del Rey. Se firma un contrato y pagamos señal por adelantado. Y el resto antes de la entrega de las entradas. Somos los que mejor pagamos», se anuncia en un portal.

Hay también quien cambia una entrada por una habitación de hotel en el centro de Sevilla.