La afición del Valencia salió a la calle en el momento en el que se pitó la conclusión de la final de la Copa del Rey para festejar el título con tracas, banderas y abrazos entre los valencianistas.

Tras ese pitido final, en muchos puntos de la ciudad se empezaron a escuchar el sonido de los petardos al tiempo que la gente se agolpaba en diferentes puntos de la ciudad para empezar a celebrar un título que se resistía desde 2008.

La euforia se desbordó y muchos de los seguidores del club que se concentraron en la "fan zone", situada en el vejo cauce del río Turia para ver el encuentro en pantallas gigantes, abandonaron la zona para dirigirse a las inmediaciones del campo de Mestalla, situado a poco más de trescientos metros.

Los aficionados con bufandas y camisetas del Valencia llegaron al estadio tanto por la avenida de Suecia como por la avenida de Aragón, donde prodigaron cántico y gritos de homenaje a los jugadores del equipo.

En los alrededores del campo, los aficionados cantaron y gritaron para celebrar el éxito conseguido en el césped de Benito Villamarín y entonaron las canciones e himnos del club.

Otros de los focos de atención ha estado en la plaza del Ayuntamiento, donde el consistorio de la ciudad colocó pantallas gigantes para que los valencianistas también pudieran seguir el encuentro.

Una vez acabado el partido, empezaron a llegar más aficionados a la plaza principal de la ciudad, donde alrededor de 4.000 personas habían seguido el encuentro, mientras en Sevilla, los jugadores todavía festejaban el título con los seguidores que todavía permanecían en el estadio.

En la plaza del Ayuntamiento, la afluencia de seguidores iba en aumento a medida que pasaba el tiempo y algunos de los valencianistas, muchos de ellos acompañados por niños, ni tan siquiera pudieron llegar al centro de la plaza, pues ésta se encontraba abarrotada.

La gente agitaba banderas valencianas y del Valencia, con globos y muchas ganas de fiesta, agolpados cerca del edificio del consistorio municipal.