La banda izquierda defensiva del Valencia CF sufre un colapso. Pequeño, pero colapso al fin y al cabo. El entrenador del equipo, Marcelino García Toral, dispone de tres futbolistas para el puesto de lateral: José Luis Gayà (Pedreguer, 24 años), Toni Lato (Pobla de Vallbona, 21) y Salva Ruiz (Albal, 24). Los tres se formaron en Paterna, la inagotable cantera de brillantes laterales zurdos. Léase antes a Jordi Alba y Bernat, nada menos.
El VCF ha de decidir qué 2 futbolistas elige para esta posición, ocupada en otros tiempos por ilustres como Cerveró, Leonardo o Carboni. Gayà es hoy el dueño indiscutible del flanco izquierdo. Se ha doctorado esta temporada, con una actuación sobresaliente, con el balón y sin él en los pies. El de Pedreguer ha dado una lección de madurez. Junto a Dani Parejo, es el futbolista que sostuvo al Valencia CF en los momentos difíciles. De menos a más, culminó su excelente curso en la final de Copa, con ese maravilloso control y posterior asistencia a Gameiro en el primer gol. Por lo demás, defendió su posición como un jabato, en la línea de todo el curso.
Lato ha vivido una temporada frustrante. No por su fútbol, sino por lo poco que ha contado para Marcelino. Se le esperaba más después de la progresión que demostró las dos campañas anteriores. El sobrino de Vicente Latorre, mítico futbolista del Levante UD, sólo ha participado en 13 partidos: 4 de Liga, 4 de Copa del Rey, 4 de la Liga Europa y 1 en la Liga de Campeones. En total, 1.041 minutos, por los 1.160 de la campaña anterior. Marcelino sólo contó con él de titular en un par de partidos de Copa. Tiene ofertas de equipos de la Liga y también del extranjero.
La pregunta que se hace todo el valencianismo es si Marcelino cuenta con Lato. La respuesta sólo la sabe el técnico, que, tras la final de Copa, lo citó para el 8 de julio con el resto de sus compañeros. Pero a nadie se le escapa que Lato está en las quinielas para salir del equipo como cedido, o incluso traspasado. Ante la falta de minutos en Mestalla, Lato dejó de ser convocado para la selección sub-21. El año que viene se celebran los Juegos Olímpicos de Tokio, con el combinado sub-20, así que necesita más protagonismo. En el Valencia CF lo tiene complicado.
Al otro aspirante, Salva Ruiz, no hay que subestimarlo. Otro de los laterales zurdos de oro formados en la cantera de Paterna en los últimos años, el Valencia CF ha apostado por él tras renovarle hasta 2023, después de confirmar en el Mallorca, donde juega cedido esta temporada, que está recuperado.
Tras haber jugado cedido en el Granada, en Primera División, en el verano de 2016 le fue diagnosticada una aplasia medular, una enfermedad parecida a la leucemia. Los médicos le advirtieron que, posiblemente, no volvería a jugar en el fútbol de elite. Que debía aparcar el balón y centrarse en la recuperación. Tres años después, restablecido de la dolencia, el futbolista está listo para volver al Valencia CF. El club anunció el pasado mes de febrero que lo recupera tras su cesión en el Mallorca, donde ha vuelto definitivamente a sentirse futbolista. Sorprendió su excelente rendimiento en las 13 primeras jornadas, en las que fue titular hasta que sufrió una lesión muscular. Entró dos veces en el «11 ideal» de la Liga 123. Desde entonces, ha entrado puntualmente en el equipo.
De larga zancada, con más físico que los Jordi Alba, Gayà, Lato y Bernat, Salva Ruiz se sale del prototipo del modelo de laterales izquierdos criados en Paterna en la última década. Es un jugador menos explosivo que el resto, pero con más velocidad punta y con mucha llegada. Es habitual verle disparar a portería desde fuera del área. «Hoy en día la enfermedad no me condiciona para nada. Paso unas revisiones periódicas y sigo un tratamiento porque aún tengo que recuperar plaquetas, pero puedo hacer vida normal y no hay nada que me impida hacer lo que más me gusta», explicó.
