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Mestalla recupera su esplendor

El estadio valencianista consolida su tendencia al alza y alcanza los 39.480 espectadores de media

Mestalla recupera su esplendor JM López

Mestalla vuelve a recuperar su aspecto de fortaleza medieval, vuelve a dar miedo. El casi centenario estadio del Valencia ha restablecido, en dos años de renacimiento deportivo, la estabilidad en los datos de asistencia de aficionados, ha recobrado el aspecto de los días felices. En la temporada 2018-19, la media de espectadores en el recinto de la Avenida de Suecia fue de 39.480. Mestalla es el sexto estadio de la LaLiga con mayor presencia de seguidores, en una estadística engañosa ya que el club blanquinegro se ha visto sobrepasado en los últimos años por equipos que han estrenado estadio (Atlético de Madrid y Athletic Club, 67.829 y 53.289 espectadores) o que han ampliado aforo (como el Betis, 59.378). Con una capacidad para 48.600 hinchas, el porcentaje de rendimiento de Mestalla se ha situado en 81,2 %, el tercero de los estadios más llenos con un mínimo de 40.000 espectadores.

Con la Copa del Rey conquistada en Sevilla como reclamo, el Valencia aspira a superar en la temporada 2019-2020 la barrera de los 40.000 espectadores de media. En solo dos temporadas, en coincidencia con la llegada de Marcelino, ha recuperado 5.558 espectadores y ha consolidado un crecimiento gradual y progresivo, a diferencia de los picos de depresión y euforia protagonizados en una década febril condicionada por el proceso de venta al inversor Peter Lim. El colapso societario que inició el traspaso accionarial vació 6.243 butacas en solo una temporada, de los 39.684 espectadores del curso 12-13 a los 33.441 que se registraron un año más tarde, en la 13-14. La entrada de Peter Lim en el club, unido a la euforia social gestada por Amadeo Salvo en la presidencia y al acierto del proyecto deportivo de ese año, con récord de puntos, disparó la asistencia en 9.239 seguidores, una quinta parte de la capacidad total del estadio.

A continuación vendría la pesada resaca. Las arriesgadas apuestas personales de Peter Lim, con la llegada de Gary Neville al banquillo y con una política de fichajes en las que no se dotaba de la suficiente autonomía a la dirección deportiva, sumió al equipo en dos temporadas de crisis en las que la actuación final de Voro González enderezó el rumbo tras haber coqueteado con el descenso de categoría. Mestalla, evidentemente, notó el desgaste y en ese lapso de tiempo, la feligresía mestallista volvió a descender en picado hasta los 33.922 espectadores. Quedaba clara cuál era la base irreductible de aficionados a los que no vencía el desencanto y sobre la que se edificaría la remontada social desde la llegada de Mateu Alemany a la dirección general y, a petición del ejecutivo balear, de Marcelino al banquillo.

En la primera temporada del nuevo proyecto, Mestalla ya manifestó el primer repunte, hasta los 38.502 espectadores que acompañaron al equipo en su retorno a la Liga de Campeones. La confianza se había restablecido y esa credibilidad hizo soportar el bache de empates de la primera vuelta sin que Mestalla bajase en asistencia. A pesar de que la franja horaria de las 16:15 horas no ha sido la más propicia para facilitar la afluencia de espectadores, Mestalla ha subido un millar de espectadores hasta los 39.480. La estabilidad deportiva ha tenido su reflejo en la grada y el Valencia, que llegó a bajar los precios de los abonos en un 20% para paliar el descenso de socios, vuelve a ser una entidad en la que resulta complicado lograr un «pase» por el límite imperativo de los 42.000 abonados máximos.

Mil peticiones en 48 horas

Por otro lado, el Valencia informó ayer que en las primeras 48 horas desde el anuncio de la campaña de renovación de abonos, ya ha recibido más de mil peticiones para formar parte de la nueva grada de animación impulsada por el club con el objetivo de erradicar al núcleo dirigente de la Curva Nord y potenciar «una atmósfera única de apoyo en un ambiente libre y sano», una iniciativa que Levante-EMV avanzó en exclusiva el 20 de junio de 2018. La medida principal ha sido la de limitar la presencia en dicho sector a los aficionados con edades comprendidas entre los 16 y 25 años. Después de varios episodios polémicos acerca de supuestos actos de intimidación y violencia dentro de la propia grada de animación en la pasada ada temporada, cada petición será analizada por el club antes de dar el visto bueno.

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