La actividad de negociaciones cruzadas entre el Valencia y el Barcelona sigue animando el mercado de verano y está muy cerca de dar sus primeros frutos. El intercambio de cromos en la portería entre Neto Murara y Jasper Cillessen está perfilado, al tiempo que también está muy avanzado el fichaje de Rafinha Alcántara por los blanquinegros. El centrocampista brasileño, de no mediar sorpresas, volverá a los campos de entrenamiento que pisaba de niño persiguiendo balones junto a su padre, Mazinho, mediocampista del Valencia de mediados de los 90.

Según avanzó RAC 1, por Rafinha, de 26 años, el Valencia pagaría 15 millones de euros, fraccionados en tres pagos de cinco millones en tres años y sujetos a varias cláusulas. En el caso de que Rafinha no juegue el 75% de los partidos oficiales de cada temporada, la suma que el Valencia debería abonar sería de 2 millones, en vez de 5. Un modo con el que el club de Mestalla quiere resguardarse, teniendo en cuenta que Rafinha acaba de recuperarse de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha que le mantiene inactivo desde noviembre del año pasado. Es la tercera dolencia grave que Rafinha sufre en cinco años. En septiembre de 2015, en un Roma-Barcelona, ya se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha por una entrada de Nainggolan. En abril de 2017, llegó la segunda interrupción, cuando en un Granada-Barcelona se lesionó gravemente en el menisco interno de la rodilla derecha y tuvo que ser operado dos veces. Por esta circunstancia, y por el hecho de que a Rafinha le queda solo un año de contrato, el Valencia aspira a pactar un traspaso en condiciones ventajosas. El jugador hispano-brasileño también ha puesto de su parte, al aceptar una rebaja significativa de su sueldo para que encaje en el parámetro salarial de la plantilla del Valencia.

En el apartado deportivo, Rafinha se ajusta a la idea de Marcelino, que quiere plantillas cortas en efectivos pero con futbolistas polivalentes, como es el caso del barcelonista, capaz de desenvolverse tanto de mediocentro creativo, para dar descanso a un Dani Parejo sin réplica en el actual equipo, como de interior por la banda, zona del campo en la que se ajustaría más a los planes de Marcelino, que quiere reforzar la competencia en las bandas, claves en su ideario de juego.

«Primo» de Rodrigo

De Rafinha se destaca también la amistad íntima que, tanto él como su hermano Thiago, tienen con el valencianista Rodrigo Moreno. Han convivido desde pequeños, por la amistad de sus padres, y se llaman familiarmente «primos».