El Valencia completó ayer el primer movimiento fuerte de mercado. Jasper Cillessen salía sonriente del reconocimiento médico que certificaba su fichaje como nuevo guardameta del club de Mestalla. El jugador holandés, en la madurez de su carrera (30 años), afronta un reto trepidante al abandonar la comodidad de la suplencia en uno de los mejores clubes del mundo, como el FC Barcelona, para buscar protagonismo, minutos y adrenalina en el Valencia. El traspaso del guardameta (quinto neerlandés en lucir como murciélago tras Wilkes, Rep, Kluivert y Maduro) comportará la salida hacia el FC Barcelona de Neto Murara. Las dos operaciones tendrán un valor contable aproximado de 30 millones que servirán a ambos clubes para equilibrar cuentas antes del cierre del ejercicio el 30 de junio.

Pero por encima de todo el Valencia se garantiza la presencia de un portero de primer nivel en una condiciones ventajosas, sin una cotización disparada y con un perfil idóneo para que no se note, en principio, la marcha de Neto. Desde el punto de vista técnico, Cillessen es un guardameta muy parecido al brasileño, con buenas características técnicos, con sobriedad en la colocación y buen juego de pies (escuela Ajax). Además, el Valencia cuenta con excelentes informes de Cillessen de su paso por el FC Barcelona, tanto por su profesionalidad como por su factor humano. A pesar de haber quedado durante tres temporadas a la sombra de Marc-André Ter Stegen, en el Barcelona se le valora como un futbolista «profesional y comprometido», que no bajó en ningún momento el ritmo de entrenamiento y con un compañerismo honesto por el que llegó a admitir, en una entrevista en Sport, que Ter Stegen se merecía la titularidad «por méritos propios» y que Valverde «estaría loco» si le quitase del «once» para incluirle a él.

El Valencia tiene confianza plena en Cillessen para una demarcación capital en todo proyecto deportivo. El club blanquinegro acertó de pleno con la incorporación de Neto, que aportó seguridad y estabilidad bajo palos durante dos temporadas, aunque la convivencia con el técnico Marcelino García Toral haya acabado por deteriorarse. Una desconfianza que viene del final de la temporada 2017-18, cuando Neto estuvo algunos partidos como suplente y responsabilizó por esa decisión al técnico de no ir finalmente convocado al Mundial, justo cuando algunos técnicos de Brasil habían ido a València para verle en acción.

En todo caso, el Valencia espera encontrar en Cillessen y la competencia de Jaume Doménech, la línea de continuidad bajo palos que encontró en épocas de estabilidad, y que tuvieron su máxima expresión en los 14 años (1994-2008), que se dividieron entre Andoni Zubizarreta y Santi Cañizares.

Más fuerza con Rodrigo

El intercambio de cromos entre Valencia y Barcelona con Neto y Cillessen refuerza al Valencia para encarar otras operaciones clave, como el futuro de Rodrigo Moreno, sin la premura de tiempo de tener que vender por necesidad presupuestaria. La posible salida del delantero hispano-brasileño se afronta ahora con más calma para exigir un precio mayor a una lista extensa de concurrentes.