El fichaje de Maxi Gómez por el Valencia se sostiene por un pacto de palabra, por el acuerdo verbal con el Celta de Vigo sobre la base de los 14 millones de euros y la moneda de cambio del traspaso de Santi Mina y la cesión del central Jorge Sáenz. Esa contrapartida deportiva, que condiciona en buen grado el proyecto deportivo del club gallego, ha permitido resistir, hasta el momento, la contundente irrupción a última hora del West Ham United, que ha elevado dos ofertas superando los 40 millones y que llegaría a triplicar el salario que el club de Mestalla dedicaría al internacional uruguayo de 22 años.

El Celta respetará ese acuerdo siempre y cuando el West Ham no llegue a abonar íntegramente la cláusula de rescisión de Gómez, cifrada en 50 millones de euros y que haría perder a los dos clubes la manija de la negociación. «El Celta está respetando el acuerdo con el Valencia, saben que no vamos a negociar con el club inglés por Maxi. Pero poco más podemos hacer. Lo hemos hablado con el Valencia. Si pagan su cláusula y Maxi acepta ir a la Premier, nosotros no lo podemos impedir», relataban a Efe desde el Celta.

La operación no habría cristalizado, según dichas fuentes, por la exigencia por parte de los agentes de Gómez del pago de una comisión de tres millones de euros que sí estaría dispuesto a ofrecer el West Ham. Levante-EMV se puso en contacto con Jonathan Barnett, el influyente presidente del grupo británico Stellar, que representa los intereses de Maxi Gómez, y que negó con contundencia que haya planteado una comisión que se remontaría al pago que hace más de un año se efectuó al propio futbolista para que rescindiera con su anterior representante: «Es una absoluta basura y mentira», replicó Barnett.

Preguntado por el estado de las negociaciones, Barnett afirmó no tener «ni idea» de que Celta y Valencia hayan llegado a un acuerdo definitivo: «Todo depende de quién haga una oferta lo suficientemente aceptable (al Celta). Si los dos clubes (en alusión a Valencia y West Ham) cumplen ese requisito, será el jugador el que decida. No hablo de oferta en términos del salario del futbolista, porque previamente el West Ham debería acordar con el Celta», señala un Barnett partidario de ganar tiempo en espera de hasta dónde puede estirar su interés por Maxi Gómez el club londinense.

El seguimiento del West Ham al delantero charrúa es antiguo. Ya en el pasado mercado de invierno intentó su fichaje, con un ofrecimiento de 35 millones rechazado por el jugador, que no quiso dejar al Celta en la estocada, en plena lucha por evitar el descenso. La voluntad de Maxi se ha revelado decisiva a lo largo de sus dos años en España, en los que ha mostrado que se mueve más por la ambición deportiva, que no por la motivación económica, ya que también desestimó un ofrecimiento del Beijing Guoan chino, que le llegó a presentar un sueldo diez veces mayor que el que percibe en Balaídos.