Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La recomposición

La recomposición

El lanzamiento de las nuevas equipaciones del Valencia (a ver si la cultura de club va a derivar en una obsesión estilística) pone el empeño en solventar dos carencias graves que ha encadenado la sociedad: la escasa verbalización de su relación con la ciudad y la falta de valores diferenciales.

En la campaña y el vídeo de la marca es la valentía el concepto que cose el par de debes. Una superación visceral. Como estética, la ciudad fogosa y el espíritu canchero de los bloques portuarios. Qué revelación: el Valencia adhiriéndose a relatos de resistencia urbana, a barrios que pudiendo caer, decidieron querer resurgir. Cuánto hemos cambiado€ Es un principio.

Se evita caer en la grandilocuencia del club conquistador, la grandeza por imposición. Lo que nunca se fue. El Valencia, normalmente personalizado más por lo que no es que por lo que es, ante la nueva obsesión por saber cuál es su significado.

Me temo que cada cual configura el club en base a sus circunstancias y a lo que le gustaría que fuera. Para mí es su espíritu de supervivencia lo que lo define. La poca atención que le dedica a lamerse sus heridas, esa ausencia de duelo, ha servido también de impulso para reponerse del desastre. El club que teniéndolo todo para despeñarse, sale a flote una vez más.

Los fastos de la primera década de Dalport hacen de la efeméride algo ajeno. La trama que pretendió torturar el cuerpo del valencianismo con un logo de pinta y colorea, una web hospedada en una tienda de bragas y unos cuantos pagarés fraudulentos. La extrema descomposición que llevó a perder el oremus societario. A pesar de que todavía las heridas lastran el paso, ya no hay lamento ni martirio.

Dudo que se hayan extraído muchas lecciones de aquello. O que estemos prevenidos para que no vuelva a suceder. Lo valioso es asistir de nuevo a la recomposición. La regularidad con la que el club se levanta década tras década de sus propios hundimientos no parece anecdótica, sino una manera de estar.

Compartir el artículo

stats