Carlos Soler ha vuelto a Mestalla a lo grande y lanzado a por una temporada exigente para el Valencia CF y para él. Inercia, confianza, subidón... el canterano está al nivel al que acabó la temporada pasada, cuando fue decisivo para lograr el pase a la Champions y ganar la final de la Copa del Rey. Campeón de Europa con la Sub-21, el talentoso centrocampista afronta como un cohete la campaña de su consagración como uno de los líderes del equipo. Físicamente se le ve en óptimas condiciones y mentalmente está preparado para todo. Contra el Inter de Milán se le vio con esa chispa y con una marcha de más. Generoso en el esfuerzo, potente en la carrera y tenaz en la ejecución, Soler empieza el año como lo acabó y lo hace además ante la mirada del nuevo seleccionador nacional, uno de los espectadores más ilustres en el Trofeo Naranja disputado en Mestalla. Robert Moreno tomó buena nota del desempeño de los jugadores españoles del Valencia CF, de los habituales como Dani Parejo, José Luis Gayà y Rodrigo Moreno, pero pudo presenciar en directo la exhibición que firmó Carlos Soler.

El valenciano ya ha cumplido su ciclo en el combinado Sub-21 y el siguiente reto es dar el salto a la absoluta. Al nivel que mostró a final de temporada y está ofreciendo en pretemporada no es ninguna utopía que pueda acabar el año jugando con los mayores. Desde la llegada de Moreno a la Ciudad Deportiva de las Rozas la selección está apostando muy fuerte por el relevo generacional que ofrecen las categorías inferiores. Jugadores como Dani Ceballos, Fabián Ruiz o Mikel Oyarzabal ya han disfrutado de minutos y convocatorias. La competencia será muy alta en una de las mejores selecciones del mundo, pero por contexto y apuesta de la federación, Carlos Soler es un futbolista que encaja como anillo al dedo a medio plazo si sigue con su desarrollo. La posibilidad de jugar tanto de interior en el trivote como por fuera es una importante baza a favor de un futbolista del que Robert Moreno ya está tomando nota. Es año de Eurocopa.

El duelo contra los nerazzurri fue una clara demostración de intenciones. El «8» ya no solamente busca prolongar su momento de forma, sino encontrar con mayor regularidad su mejor versión. Apareció por pasillos interiores, proyectó a Wass por el carril y atacó el área con asiduidad. La llegada es uno de sus mejores atributos y uno de los retos es mejorar los cuatro goles de la campaña anterior. En la recta final de la temporada pasada, de hecho, ya se vio a ese Soler diferencial en el último tercio de campo. Sus goles a Deportivo Alavés y Real Valladolid valieron jugar la Champions League con todo lo que ello conlleva, y su carrera con Jordi Alba en la final de Copa es una perfecta metáfora de lo que está por llegar, un jugador con potencial y convicción para adelantar por la derecha a los mejores y ser determinante.

Marcelino quiere que su segunda línea sea prolífica de cara a portería. La pasada temporada el tramo de sequía de los atacantes estuvo a punto de pagarse muy cara y la mejor medicina es un centro del campo que sume un buen número de goles. "Estoy contento porque el gol lo haya marcado un jugador de banda derecha a pase de uno de banda izquierda", manifestó el asturiano, que quiere centrocampistas con pegada y Soler la tiene Fue uno de los más aclamados por la afición cuanto salió al campo y durante el encuentro. Es uno de los ojitos derechos del público prácticamente desde que debutó con la primera plantilla en plena época de convulsión para convertirse en el aire fresco que la afición necesitaba.