El cisma en el Valencia se reproduce con la venta de Rodrigo Moreno al Atlético de Madrid por 60 millones de euros, en una operación dirigida personalmente por el máximo accionista, Peter Lim, sin contar con la aprobación técnica del director general, Mateu Alemany, ni del entrenador Marcelino García Toral, que a falta de tres días para que empiece LaLiga pierde a uno de los grandes referentes de la plantilla.

La tregua alcanzada semanas atrás en Singapur ya es historia. Así se corroboró con una imagen, pasadas las tres de la tarde, cuando Alemany abandonaba las instalaciones de la ciudad deportiva y negaba que el Valencia estuviese negociando con el Atlético la venta del internacional hispano-brasileño, de 28 años, que horas antes había abandonado Paterna para pasar reconocimiento médico con su nuevo club. «No. Nosotros no hemos hablado nunca de esa operación», señalaba el dirigente mallorquín. Una manera indirecta con la que se desmarcaba de unas conversaciones llevadas por Lim y el agente Jorge Mendes y de las que en València tuvieron noticia, prácticamente, con el traspaso ya consumado.

Paradójicamente, la regeneración del proyecto valencianista llevada a cabo en tiempo récord por el tándem Alemany-Marcelino y coronada con la consecución de la Copa del Rey no se ha visto acompañada con una mayor influencia sobre la confección de la plantilla. La incidencia directa de Lim, en un segundo plano durante dos temporadas, ha emergido de nuevo coincidiendo con la revalorización del primer equipo, con una tasación superior a los 500 millones de euros, muy apetecible en el mercado. El dirigente singapurés ha vuelto a intervenir como lo hiciera en 2016, con una negativa repercusión popular, con los traspasos de André Gomes -tras una reunión con directivos del Barça en Ibiza- y Paco Alcácer. Operaciones que pillaron por sorpresa al director deportivo Jesús García Pitarch o incluso a la presidenta Layhoon Chan, que en la Convención de Peñas aseguró ante mil aficionados que el delantero de Torrent no sería traspasado.

Si bien Alemany y Marcelino no han dejado de sospechar que Rodrigo podría marcharse, la operación llega en un momento delicado y además refuerza a un rival directo. Rodrigo es junto a Dani Parejo uno de los pilares fundamentales para Marcelino. Tanto por su incidencia individual y colectiva en el juego, como en el liderazgo de un grupo que el cuerpo técnico ha ido gestando con paciencia hasta convertirlo casi en una familia, sin clanes ni grupos enfrentados. Encontrar en el mercado un futbolista que garantice todas esas virtudes en el corto plazo es una misión, para Marcelino y sus colaboradores, casi imposible.

Las grietas pueden sellarse o ir a más en función de como se desarrolle la segunda fase, la de la búsqueda urgente de un sustituto de renombre y si prima más la opinión de Marcelino o se impone una solución desde la propiedad. La salida de Rodrigo provocó una reunión de urgencia en Paterna entre Marcelino, Alemany y el Director del Área Técnica Pablo Longoria.

Quedan pocos días para el cierre del mercado, el 2 de septiembre, los equipos tienen sus plantillas cada vez más perfiladas y, por tanto, las pretensiones económicas de los clubes vendedores van al alza por la dificultad de encontrar recambios. La tarea no es fácil. De momento, el club ya trabaja con varios nombres encima de la mesa.

Tres son los delanteros que ahora mismo están mejor posicionados según ha podido saber este diario. Uno de ellos es el exfutbolista del Villarreal, Cédric Bakambu, ahora en las filas del Beijing Sinobo Guoan de la Superliga China. El franco-congoleño, con contrato hasta 2020, ve con buenos ojos su regreso al fútbol europeo y cuenta con el visto bueno de Marcelino. El asturiano lo conoce bien de su paso por el Villarreal y es un futbolista de su máxima confianza al que ya ha tanteado como entrenador del Valencia. El problema es que el jugador tiene un salario alto en el fútbol chino y la operación es complicada en lo económico.

Otro de los delantero cuyo fichaje se está valorando es Timo Werner. Delantero alemán de 23 años del Red Bull Leipzig que tiene 25 partidos con la selección alemana a sus espaldas y encaja en el perfil de sustituto de Rodrigo. Atesora velocidad, puede caer a las dos bandas, es experto en transiciones rápidas y en la lectura del espacio y del juego. Además, el conjunto alemán estaría dispuesto a traspasar al jugador antes de que se vaya gratis en junio de 2020 cuando acaba su contrato.

Otro de los nombres propios de la terna que ha sondeado el club es el delantero del Real Madrid Mariano Díaz. El futbolista viene de una temporada difícil sin minutos y con lesiones, y no entra en los planes de Zinedine Zidane.