El Valencia se presenta esta noche en Balaídos emitiendo señales de autocombustión. El mismo club que en dos años remonta un colapso societario para acabar ganándole una Copa del Rey al Barcelona de Leo Messi, otea ahora caprichosamente el abismo cuando todos los elementos parecían favorables para disfrutar de la vista desde la cima. La guerra fría librada entre Marcelino García Toral y el máximo accionista Peter Lim, con el futuro de Rodrigo Moreno como punta del iceberg, cada vez es menos latente y amenaza con perjudicar al primer equipo.

La evidente fractura solo se puede reconducir o acelerar con lo que suceda en el terreno de juego. Después del accidentado empate en la jornada inaugural en Mestalla frente a la Real Sociedad, los valencianistas afrontan un partido de riesgo. La vocación atacante que en la historia reciente caracteriza al Celta de Vigo se ha potenciado este verano con los refuerzos. Con Iago Aspas como referente, el técnico valenciano Fran Escribá ha logrado sumar a su equipo el plus de talento e identidad del regreso a casa de Santi Mina, desde Mestalla, y de Denis Suárez, que a tenor de sus recurrentes dardos al Valencia, tras no ficharle este verano, saltará al campo con un extra de motivación. Ambos recibieron el elogio de Marcelino: «Tiene jugadores muy importantes como Iago y dos jugadores que han incorporado de calidad demostrada, como Denis y Santi. A ambos los conozco bien, les tengo en gran estima personal y profesional. Espero que no tengan su mejor día, a partir de ahí les deseo lo mejor porque en mi relación con ellos me han demostrado honestidad, trabajo, respeto, y son valores muy importantes como entrenador y persona».

El Valencia recupera al capitán Daniel Parejo Muñoz y a José Luis Gayà, pero pierde a Coquelin, por la expulsión en el último instante del duelo frente a la Real Sociedad, y a Carlos Soler, que había empezado como un tiro y será baja hasta el mes de octubre por una lesión de tobillo que complica las previsiones de Marcelino. Sí estará Rodrigo, insustituible para el técnico asturiano mientras no haya contraorden de mercado desde Singapur.

Regresa también a Balaídos Maxi Gómez, que sigue completando su adaptación y, aunque partirá desde el banquillo, tiene encantado a Marcelino: «Cada semana que pasa está mejor, es un chico extraordinario, su actitud es inmejorable. Es joven, abierto, se esfuerza y por lo tanto en cualquier momento puede jugar. Si no participó el fin de semana pasado fue porque nos vimos obligados a hacer un cambio defensivo. No puedo decir si será titular o no pero es un futbolista en el que tenemos depositada una gran confianza».