Algo se cuece en el Valencia CF y falta saber qué es exactamente. Sea lo que sea, se puede decir que es importante, porque de otra manera no se entiende que el presidente del club de Mestalla tenga previsto llegar hoy miércoles 11 de septiembre de Singapur, donde ha estado reunido con el propietario de la entidad, Peter Lim. Y ha de ser forzosamente algo importante para el Valencia CF porque según ha podido saber este periódico, la reunión fue convocada por Peter Lim con carácter de urgencia. La ecuación es fácil, algo lleva entre manos el propietario que en breve pondrá en marcha el presidente.

Esa es la información exacta de lo que se conoce, pero es evidente que se pueden extraer algunas conclusiones al respecto sin que ello suponga fabular o interpretar libremente o en exceso. Por ejemplo, se puede afirmar que no es una cuestión banal como muestra que para aceptar vender a Rodrigo al Atlético de Madrid por 60 millones de euros, no hizo falta que ninguno de los ejecutivos que tiene el Valencia CF viajara a Singapur. Otra cosa es si después el Atlético pudo hacer efectivo el acuerdo al que llegó con Peter Lim, pero para tomar la decisión de vender a un futbolista capital para el equipo y el proyecto por una cantidad tal que suponía la venta más alta de la historia del Valencia CF, bastó con la comunicación entre Singapur y València. Ahora no, ahora Lim ha llamado a su representante en València para hablar con él personalmente.

Por otra parte, este verano -concretamente a principios del mes de agosto pasado- ya hubo una reunión de urgencia en Singapur, y fue capital para el funcionamiento del club durante el mercado de fichajes. Después de que Mateu Alemany captara que desde Singapur ya no se aceptaban las propuestas en materia deportiva que planteaban él y Marcelino -los ejemplos más llamativos fueron los de Rafinha y el cambio en la operación de Lato-, preguntó al presidente Anil Murthy si había cambiado el modelo de gestión. La respuesta fue que sí, y que ahora Lim también tomaba decisiones deportivas. Aquello supuso una crisis considerable que llevó a Mateu hasta Singapur a hablar cara a cara con el propietario para aclarar la nueva manera de trabajar. Se puede decir por lo tanto que decisión importante y viaje van de la mano.

A esto se le deben sumar una serie de datos objetivos como que el director general no ha estado en la reunión, y sobre todo, que tanto él como el entrenador Marcelino García Toral, terminan contrato el próximo mes de junio, y no es difícil aventurar que sobre todo en el caso de Mateu, hay una decisión que tomar. Tanto si es para ampliar su contrato como si la decisión que se toma es la contraria, porque si es así, si Lim -o Mateu- decide no ampliar su vinculación con la entidad valencianista, cuanto antes haya alguien al frente de la parcela deportiva, mejor. Por otra parte, hasta ahora, Lim no ha mostrado tener tanta capacidad de planificación.

De una manera u otra el Valencia CF anunciará las novedades pero después de la crisis del pasado verano es difícil pensar en que el director general Mateu Alemany amplíe su contrato. En el caso de Marcelino, pasa algo similar, ya que si de verdad fuese el entrenador elegido por la entidad para el futuro inmediato, -en cuanto a resultados la hoja de servicios del asturiano es impecable- las negociaciones para su renovación ya deberían haber comenzado. Y contribuyendo a la ceremonia de la confusión, justo al poco de que Superdeporte desvelara el encuentro en Singapur, el Celta de Vigo anunciaba que Rafinha se lesionó durante el entrenamiento y que estará dos semanas de baja por problemas musculares. Precisamente Rafinha ha sido uno de puntos de desencuentro entre Peter Lim por una parte, y Mateu Alemany y Marcelino por otra. El propietario se negó primero a pagar 15 millones de euros por él por el historial de lesiones, y luego tampoco quiso aceptar que llegara cedido. Prefería que se apostara por los canteranos Kang in y Ferran.