Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El sistema sí importa

El sistema sí importa

Quizá algo cansado del recurrente debate en el entorno con respecto al dibujo del equipo desde su llegada a Mestalla, Albert Celades aseguró el pasado viernes -antes de viajar a Bilbao- que la elección de un sistema u otro no es tan sustancial como algunos defendemos. Apenas 24 horas después de la sorprendente frase en sala de prensa, fueron sus propios jugadores quienes demostraron que, al menos en lo que tiene que ver con el caso concreto del Valencia, el asunto de la disposición de los futbolistas en el césped es crucial.

De todos los encuentros disputados hasta la fecha con el técnico catalán en el banquillo, el del sábado en San Mamés fue el mejor. Con mucha diferencia. Portería a cero, pocas concesiones a un rival físico y con un tremendo sentido del ritmo de juego, un plan eficaz para romper la presión del Athletic y salir combinando desde atrás, Rodrigo en su sitio, Ferran y Cheryshev creciendo en importancia en las alas€ El guión de partido fue brillante y se cumplió a la perfección, circunstancia que aumenta la credibilidad de Celades entre el respetable, muy escocido y escéptico tras el cese de Marcelino García Toral ahora hace tres semanas.

El paso por Mestalla del entrenador asturiano -un obseso del método y la asimilación de automatismos- ha dejado huella en la plantilla. El vestuario interpreta de memoria el 4-4-2 que ha trabajado sin descanso durante las dos últimas temporadas. Y, aunque Albert Celades hable de «pequeñas variantes» para referirse al 4-3-3 que pudimos ver, por ejemplo, contra Leganés y Getafe, lo cierto es que cuesta a ver a Rodrigo haciendo de extremo derecho o a Coquelin -uno de los tres mejores stoppers de LaLiga- apareciendo de forma esporádica en la mediapunta.

El entrenador del Valencia, que fue un centrocampista inteligente y práctico, tiene una oportunidad pintiparada para aplicar dichas virtudes en esta primera aventura seria en los banquillos (de clubes). Sacrificar -o aplazar- la puesta en marcha de alguna de sus ideas beneficiará al grupo, acostumbrado a un estilo que le ha metido en Champions League dos ocasiones de forma consecutiva y le ha permitido levantar una Copa del Rey. Insistir en desplazar a jugadores de su posición teniendo mucha competición y pocos entrenamientos para trabajar en la metamorfosis únicamente contribuirá a alimentar un caos innecesario. Lo escribo en frío y tratando de esquivar la euforia por el inesperado 0-1. No recuerdo muchos partidos tan brillantes con balón como el de Bilbao en toda la era Marcelino. Si yo fuera Celades, lo tendría claro.

Compartir el artículo

stats