Si Anil Murthy sigue siendo presidente del Valencia CF -cien años de historia- cuando este artículo vea la luz, a Peter Lim le siguen fallando los reflejos€ y los principios. Las vergonzosas imágenes protagonizadas por el representante de Meriton en la ciudad durante el encuentro contra el Deportivo Alavés del pasado sábado supondrían el despido inmediato en cualquier empresa con un mínimo de decencia. Desconozco el contenido de la multitudinaria reunión a la que los empleados del club han sido convocados para mañana pero, todo lo que no sea la dimisión del pirómano y supuesto diplomático, únicamente contribuirá a aumentar la indignación del personal.
Hay que estar muy confundido para, siendo máximo dirigente de una entidad con la historia y la importancia del Valencia, tener durante meses una foto de perfil en el WhatsApp con el famoso Mestalla convertido en badulaque. Hay que tener el rostro como el cemento armado para salir en Londres a contarnos que Mateu Alemany trata temas importantes «todos los días» después de ignorarle en la venta de Rodrigo, el cese de Marcelino o la elección de Albert Celades. Solo un imprudente que se siente -equivocadamente- por encima del bien y del mal bloquearía el maravilloso proyecto de Santi Cañizares por un quítame allá esas críticas.
Pero lo del sábado, lo del sábado es una indecencia. Con asco y estupor, vuelvo a ver las imágenes de Anil mandando callar al estadio con gesto altivo y me viene a la cabeza Don Vicente Peris, recuerdo a Don Arturo Tuzón, pienso en mi amigo Jaume Ortí. Y la única solución posible llegados a este punto es que este personaje se largue de València y del Valencia. Nos ha faltado el respeto. Además de cargarse un proyecto deportivo envidiado y sólido. Es una vergüenza que a Murthy le siga quedando algún defensor en la ciudad. No cuentan, claro está, en este apartado los que se llevan la paguita en redes sociales de un listo al que no tardaremos en desenmascarar. El asunto no está para artistas.
Sin tener la carrera de diplomático ni ser hijo de pescadores, me permito darle un consejo a Peter Lim, al que las llamas del incendio que tiene aquí acabarán afectando antes o después. Busca una embajada para Anil y nombra presidente al director general que tienes -injustamente- castigado en un rincón. Es el mejor ejecutivo del fútbol español, un gran portavoz y una persona respetada con predicamento entre la afición del Valencia. De nada.
