En la citada entrevista, Rodrigo deja claro en todo momento que «somos empleados del Valencia, no tenemos ni el poder ni el derecho de decir a la propiedad o al presidente qué tienen que hacer o qué no con el club. Sí que nos pareció injusto y no nos merecíamos las formas. Si no cuentas con un entrenador por el motivo que creas oportuno, ahí no podemos entrar. Pero creemos que debíamos enterarnos de la situación al menos un minuto antes de que saliera publicado».