Por fin llegaron las explicaciones del Valencia CF sobre los muchos temas candentes y polémicos que tiene sobre la mesa y marcan su actualidad desde el verano. Llegan tarde, es evidente, y está por ver si mal o bien, porque el formato de 'autoentrevista' con el que el club ha decidido dar su versión sobre temas tan importantes como la destitución de Marcelino García Toral o los planes que tiene Peter Lim con el club, no ha pasado desapercibido.

Sobre la una y media de ayer lunes el Valencia CF emitía una entrevista a su presidente en la que Anil Murthy da pistas sobre el futuro de Mateu Alemany -que como ya dijo este periódico el pasado jueves día 10 se decidirá en breve-, critica duramente a Marcelino, lamenta sus gestos en el estadio de Mestalla mandando callar a los aficionados -utiliza el verbo lamentar y no la palabra perdón- y hasta asegura que el club de Mestalla no está en venta porque Peter Lim no tiene intención alguna de venderlo. Es lo que hay. En cuanto al futuro de Mateu Alemany, que el club haya optado por una entrevista oficial a Anil Murthy y no por una rueda de prensa del director general y también portavoz, es la prueba de que en contra de lo que se pactó el pasado uno de octubre, no ha recuperado su poder ejecutivo, de ahí que su salida sea inminente.

La primera pregunta de la entrevista del Valencia CF a Anil Murthy es directa y va sobre las causas del cese de Marcelino García Toral. Las explicaciones son estas: «Hubo una pérdida de confianza con su papel en el modelo de club que la propiedad tiene a largo plazo. En verano se fue dando un distanciamiento entre las decisiones del club y el papel decisivo, de muchísima influencia, que Marcelino exigía en la política de fichajes, además con una presión pública que puso las cosas todavía más difíciles. El club le había apoyado en todo, todo, incluidas sus decisiones sobre el mercado. Incluso en el peor momento deportivo, en enero, fue Peter Lim quien decidió finalmente seguir apoyándole. Este verano, sin embargo, era inaceptable un desafío y una discrepancia individual constante hacia ese modelo de club y que no iba a parar. Su proyecto era distinto al del propietario. Fue una decisión dolorosa que es cierto que debimos explicar mejor, un error que vamos a mejorar. A veces las decisiones importantes son difíciles de comprender en el corto plazo. Ahora todo el mundo está viendo que nuestra intención es seguir creciendo, con otro entrenador, Albert Celades pero con la misma ambición».

Y claro, desmiente la teoría de Marcelino García Toral cuando dijo que estaba absolutamente convencido de que el detonante de su despido fue ganar la Copa. Por otra parte, no debe pasarse por alto que el tono más duro de las palabras de Murthy llega cuando habla del entrenador asturiano: «Era inaceptable un desafío y una discrepancia individual constante», dice en referencia a las ruedas de prensa del técnico. De hecho, el detonante del despido del técnico fue la metáfora del cangrejo que utilizó el técnico para definir la posibilidad de que Rodrigo fuese traspasado y no se fichara a nadie como recambio.

El otro gran asunto sobre la mesa son los gestos de Anil Murthy a la afición del Valencia CF que durante el partido del Alavés protestó en Mestalla con cánticos hacia él y hacia Peter Lim. El presidente pidió perdón el jueves de la semana pasada a Fede Sagreras, presidente de la Agrupación de Peñas, pero ayer utilizó el verbo lamentar: «Intenté explicarlos solo unos minutos después en mis redes sociales, mi única intención era buscar calma y que todos nos centráramos en el equipo. Justo en ese momento los jugadores lo estaban pasando mal en el campo y para mí, además, eran unos momentos de mucho estrés, mi familia y yo estábamos recibiendo amenazas muy, muy graves. Dicho eso, lamento todo lo que pasó con esos gestos y no se van a volver a repetir. Todos debemos respetarnos y cuidar siempre la buena imagen del club, yo el primero. Todos debemos hacer que Mestalla sea un estadio respetuoso, sano y tolerante en el que, eso sí, el rival sienta una gran presión a favor de nuestro equipo. Todos queremos lo mismo y el equipo necesita y se merece sentir de su afición un apoyo absoluto durante los noventa minutos».

Murthy entra también a hablar del futuro de Mateu Alemany sin que se le pregunte directamente, aunque son una pregunta y una respuesta que están, evidentemente, cocinadas previamente. «No tiene claro su encaje en este proyecto» dice cuando se le pregunta si habrá más cambios. Aunque posiblemente la respuesta que más llama la atención es la que habla sobre la posibilidad de que Peter Lim quiera vender el club. ¿Que el Valencia CF meta esa pregunta en la entrevista se ha de entender desde la intención de que no quede dudas al respecto? Pues es una interpretación que sea como sea no se puede corroborar. «El Valencia CF no está a la venta, categóricamente lo confirmo. Peter Lim compró más del 80% de las acciones del Valencia, un club que había vivido en una creciente inestabilidad hasta ese momento. No era una decisión para ganar dinero, es casi imposible en el fútbol y, además, él ya tiene mucho, ni un capricho momentáneo, es una idea a largo plazo. La actual situación accionarial no es una imposición, es simplemente la realidad que existe y que asumir para poder avanzar, trabajando juntos. Solo queremos que el Valencia crezca a largo plazo. No ha habido ninguna oferta por el club, pero la verdad es que tampoco está a la venta, no lo está. Sembrar dudas al respecto solo intenta desprestigiar al propietario con rumores que no son verdad».

«Malentendido» con Cañizares

Sobre la fea polémica con Santiago Cañizares porque el Valencia CF no abanderó un proyecto del ex portero para hacer un evento que recaudara fondos que se destinarían a luchar contra el cáncer infantil en un hospital de València, Murthy habla de malentendido y añade que no será posible retomar la acción junto a Telefónica y la fundación El sueño de Vicky: «El Valencia CF llevaba casi cinco meses trabajando desinteresadamente para ayudar a la empresa que impulsaba esa acción para que se pudiera llevar a cabo pero en esos momentos decidimos que debíamos esperar a ponerla en marcha. Con Cañizares hubo claramente un malentendido al respecto y él hizo unas declaraciones a partir de los datos que tenía. Sin embargo, queremos seguir siendo un club solidario y comprometido con su responsabilidad con los que peor lo tienen en esta sociedad y lo demostramos todos los días, este tema no era una excepción. Hace unos días nos pusimos a disposición de dicha empresa para buscar nuevas fechas y poner en marcha la acción, pero analizaron su agenda y, a través del propio Cañizares, nos dijeron finalmente que los tiempos de la acción, tal y como estaba preparada por ambas partes, ya no era posible».