Demasiados días después vuelve la Liga. Y demasiados líos después, vuelve el fútbol para el Valencia CF. Sin duda es lo mejor que le puede pasar a al entidad blanquinegra, más allá de que gane o pierda el partido, porque nada le conviene más que las polémicas -inherentes e inevitables en esto del fútbol- las protagonice el balón y no el presidente Anil Murthy o la salida del director general Mateu Alemany.

Y no es cualquier rival el que tiene enfrente hoy el equipo de Albert Celades. Nada más y nada menos que el Atlético de Madrid de Simeone y encima en el Wanda Metropolitano. Ganar sería una tremenda vitoria de prestigio para el equipo de Celades, que por otra parte ya lleva dos esta temporada. Fue de prestigio llevarse los tres puntos de Stamford Bridge ante el Chelsea, y algo similar se puede decir de la victoria en San Mamés ante un Athletic que era líder en la tabla junto al Real Madrid y acumulaba un récord histórico de partidos sin perder como local.

De prestigio es ganar en el Wanda y más teniendo en cuenta que Rodrigo Moreno no está ni en la convocatoria. El delantero ha llegado tocado de la selección, de hecho se fue tocado y a pesar de ello jugó los dos partidos, titular ante Noruega y media hora ante Suecia, y ahora es baja con el Valencia CF, que ha preferido no forzarlo ante la posibilidad de que se lesione, pensando en el importante partido de la semana que viene en Liga de Campeones ante el Lille en Francia. El futbolista quería ser de la partida pero los servicios médicos del club no han querido arriesgar. Pero el prestigio sirve de puertas para adentro, es decir, ganar al Atlético le daría al Valencia CF un refuerzo moral incuestionable que permitiría a su entrenador seguir trabajando y reforzar su liderazgo en el equipo después de su tumultuoso aterrizaje. Ya nadie discute si es el entrenador idóneo para el proyecto, se asume que es el que decidió el dueño al tiempo que se aplaude sus avances en lo que a gestión del grupo se refiere. Está por ver dónde llegará la carrera de Celades como entrenador de élite porque esta es su primera experiencia, pero la realidad es que poco a poco se ha ido ganando el respeto entre un grupo de futbolistas que vieron con lógico recelo su llegada tras el cese de Marcelino Gacía Toral.

De puertas para afuera, la victoria en el Wanda le vendría bien al equipo porque dejaría en un segundo plano las sempiternas polémicas que emanan del club desde el pasado verano y que enturbian el ambiente, y más si cabe ahora que tiene que afrontar un maratón de partidos, siete en 22 días. Por no hablar que de sumar los tres puntos se pondría con 15, empataría con el Atlético de Madrid, y se metería de lleno en la pelea por los cuatro primeros puestos, que es el objetivo mínimo que se le ha de exigir a este equipo.

¿Y cómo está el Valencia CF después del parón y cuando parecía que el equipo empezaba a coger carrerilla? «Hemos intentado aprovechar estos días y seguir avanzando, no son las mejores sesiones en cuanto a efectivos, porque hay muchos jugadores en las selecciones, pero hemos intentado aprovechar los entrenamientos. Estos partidos de vuelta de parón no son fáciles, siempre hay incertidumbre de cómo vuelven los jugadores después de viajes largos y estar poco tiempo con nosotros, pero son situaciones que tenemos que gestionar de la mejor manera», dice su entrenador, Albert Celades, a quien le preocupa «todo» del conjunto colchonero porque «es un ejemplo muy elocuente de grandes jugadores al servicio de un colectivo». Lo ha dicho Celades, es un ejemplo. Las posibilidades del Valencia CF de ganar en el Wanda pasan por seguirlo al pie de la letra. Las individualidades al servicio del colectivo.