Ajeno al ruido institucional generado por el club, el Valencia de Albert Celades poco a poco va haciendo su camino, conformando su personalidad. En ese nuevo carácter empieza a distinguirse la personalidad que el bloque manifiesta lejos de Mestalla. Con la excepción del Camp Nou, donde acudió en estado de shock, lejos de la realidad telúrica de Mestalla el Valencia ha salido victorioso de Stamford Bridge, San Mamés y Oblak decidió que solo sumara un punto en el Wanda. Esta noche en el Pierre Mouroy de Lille viene otra oportunidad, de gran trascendencia deportiva y anímica. Los blanquinegros pueden dar un gran salto en la Liga de Campeones con el doble enfrentamiento seguido contra el conjunto francés, teóricamente el más endeble del grupo y que ha perdido los dos primeros partidos.

Empatado a tres puntos con el Chelsea en la segunda posición del grupo H, una victoria tendría el valor doble con los londinenses y el Ajax dejándose puntos entre sí en las dos próximas jornadas. La lección queda reciente en la memoria, con el empate que el año pasado, en un contexto parecido, se dejó el conjunto de Marcelino en Berna frente al Young Boys. Dos puntos que se lamentaron muchísimo en la eliminación final.

Celades no contará con Rodrigo, aún con molestias tras su inexplicable viaje con la selección. Pero en cambio vuelve otro de los jefes, como Gayà, uno de tantos alicientes que tiene el partido que se jugará con el techo cerrado para guarecerse del frío atlántico de Lille. Los de Galtier llevan un mes sin ganar en su campeonato y no contarán ni con Weah ni Sanches. Falta por ver si Celades opta por Coquelin o Soler (el 4-3-3 parece seguro en todo caso), Kondogbia, criado en el Lens, se medirá a su gran rival del Derby du Nord y el estadio, sin entradas, seguro que se lo recuerda.