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Alfredo Di Stéfano, la figura de los setenta

Con Di Stéfano en el banquillo el Valencia jugó por primera vez la Copa de Europa, un trofeo que casi pertenecía al Real Madrid

Alfredo Di Stéfano, la figura de los setenta

Alfredo Stéfano di Stéfano Lahulé, argentino de nacimiento, nacionalizado español, jugador del River Plate, Huracán, Millonarios de Bogotá y del Real Madrid tras el pleito con el Barcelona, logró todas las glorias futbolísticas en Europa y tras su éxito como entrenador del Boca Juniors fue contratado por el Valencia CF. La historia de Di Stéfano como valencianista es de las más grandes del club. Solamente Jacinto Quincoces dirigió más partidos. Alfredo, a quien se le acabó llamando Don Alfredo tuvo dos etapas en Mestalla y ambas fueron brillantes, aunque como a todo técnico hubiera momentos en que los hados no le favorecieron y tuvo que acabar con despido.

La etapa futbolística la terminó en el Español. El Madrid le ofreció el cargo que quisiera, pero Bernabéu no aceptó que siguiera como jugador. Kubala, que había salido disgustado del Barça le llamó al club de Sarriá, campo en el que posteriormente logró la emocionante Liga del Valencia en 1971. Di Stéfano ocupó la plaza que había ejercido Salvador Artigas acompañado de Enrique Buqué. El dúo consiguió que el equipo llegara a la final de Copa de 1970 y con ello se comenzó el segundo periodo en que el Valencia jugó tres finales consecutivas y las perdió todas. Con Di Stéfano en el banquillo el equipo llegó a dos finales más.

En 1971, en el Bernabéu, cayó ante el Barcelona por 4-3, partido con gran historia. Al año siguiente otra vez en la final en el recinto madridista y fue el Atlético el que se llevó el trofeo por 2-1. Es curioso el hecho de que antes de las tres derrotas valencianistas, el año anterior, otro equipo valenciano, el Elche, cayó derrotado 1-0 por el Athletic Club. Tras las tres frustraciones valencianistas, en 1973, el que cayó en la final también contra el conjunto vizcaíno fue el Club Deportivo Castellón, que en aquellos tiempos fue gran animador de la Liga y, evidentemente, de la Copa.

Con Di Stéfano se produjo un cambio muy importante en la plantilla mestallista. En la temporada 69-70 todavía figuraban jugadores tan importantes en la historia del club como Guillot y Waldo. En la siguiente ya no formaron parte del elenco y en el equipo que con Alfredo ganó la Liga de 1971. Sí estaban Pesudo y Abelardo, Sol, Aníbal, Antón, Barrachina, Tatono, Vidagany, los dos hermanos Claramunt, Paquito, Roberto, Jesús Martínez, Ansola, Forment, lesionado por la famosa defensa granadina de Aguirre Suárez y Fernández, Fuertes, Jara, Nebot, Pellicer, Poli, Sergio y Valdez.

En esta plantilla ya hubo buen número de foráneos, Aníbal, Jesús Martínez, Jara y Valdez. Jesús Martínez y Óscar Rubén Valdez arraigaron en nuestra ciudad y ocuparon cargos importantes dentro de la entidad. Valdez fue entrenador.

Di Stefano se hizo cargo del equipo y tuvo que jugar una vez más la Copa de Ferias. El conjunto encontró una potencia defensiva extraordinaria porque el entrenador dispuso delante de Abelardo un cuarteto extraordinario con Sol, Aníbal, Jesús Martínez y Antón (Vidagany). En el debut de Cork ( 0-3) además de los citados jugaron Claramunt, Paquito, Poli, Pellicer, Ansola (Barrachina) y Sergio. Los goles fueron dos de Claramunt y Barrachina. El equipo campeón que solamente marcó 41 goles se defendió con la fortaleza defensiva ya que únicamente fue batida su meta en 19 ocasiones. La gloria de la Copa de Ferias se acabó tras la eliminatoria con el Hibernian de Cork ya que a continuación fue eliminado por el Beveren ya que perdió en casa por 0-1 y en la vuelta no se paso de la igualada a un tanto. Con Di Stéfano en el banquillo el Valencia jugó por vez primera la Copa de Europa, hoy Liga de Campeones. Era trofeo que casi pertenecía al Real Madrid, que no participaba en el torneo. Hubo dos ausencias madridistas. La primera se la quitó el Atlético de Madrid y la segunda, el Valencia. En aquella campaña se consumó el fichaje de Joaquín Sierra Quino jugador del Betis que se había mantenido en rebeldía y habia conseguido que finalmente se fuera traspaso al Valencia por 12 millones de pesetas. La primera eliminatoria fue fácil porque el adversario fue el Luxemburgo equipo amateur. La siguiente ronda tocó con el Hadjut Split, campeón de la Yugoslavia de Tito, que en Mestalla arrancó el empate a cero. En la vuelta hubo igualada a un tanto con dos autores valencianistas: Aníbal en propia meta y Claramunt. Aquella tarde ya hizo su aparición el guardameta Meléndez. El club contrató a Lico, jugador ilicitano que pasó por el Español. En aquella ocasión participó el argentino Adorno, jugador que se casó en Valencia y ha permanecido en la ciudad. La tercera ronda enfrentó al Valencia y Ujpest Dosza. Hubo derrota en Mestalla 0-1 y en Budapest 2-1. Fue el debút en la Copa de Europa con transito corto. El Valencia con Di Stéfano en el banquillo tampoco tuvo fortuna en la vuelta a la Copa de Ferias porque aunque se eliminó al Manchester City (2-2 y 2-1) se cayó a continuación con el Estrella Roja de Belgrado, 3-1 en Yugoslavia y 0-1 en Mestalla. Con Di Stéfano se llegó a la final de Copa de 1971 cuando se intentó el doblete contra el Barça (4.3).

La final de Copa fue un gran espectáculo y una desafortunada tarde. El partido tuvo gran fervor valencianista porque el equipo se puso en ventaja de dos goles de Claramunt y Paquito. La jugada decisiva fue la del empate a dos goles. Sol protestó el tanto y el árbitro decidió expulsarle. La sesión estaba para empalmar desgracias arbitrales y en la prórroga el colegiado dio validez al tanto barcelonistas en el que había existido falta a Abelardo. Con un hombre menos y diferencia en el marcador los valencianistas que estábamos en el campo casi dimos por perdido el partido. Era muy difícil que el equipo tuviera arrestos para superar los imponderables. Lo hizo y Valdez consiguió el empate a tres goles. A falta de cinco minutos el barcelonista Alfonseda marcó el cuarto tanto azulgrana y por segundo año consecutivo el Valencia no pudo festejar un título que en buena ley habría sido ganador de no mediar un árbitro que mostró cierta predisposición para la victoria culé.

Sáiz Elizondo pitó en la primera parte un penalti a favor del Valencia que Claramunt transformó en gol y parece ser que pese a que la falta había sido clara le entraron los nervios en el cuerpo. Tras el segundo gol valencianista, Fusté batió a Abelardo y el partido creció en emociones. En medio del intenso juego Rexach batió a Abelardo pero había dos compañeros suyos en fuera de juego que el juez de línea señaló. Sáiz Elizondo anuló el tanto, pero inmediatamente cambió de opinión y señaló el centro del campo. Los jugadores valencianistas protestaron le pidieron que consultara con el juez de línea que había levantado el banderín. Vidagany le dio un empujón y creyó que el autor había sido Sol y lo expulsó.

En la jugada del tercer gol hubo falta a Abelardo que detuvo el tiro de Asensi y dos disparos a puerta de Zabalza. Éste envíó la pelota a la red y Asensi estaba en claro fuera de juego, pero el árbitro no estaba por la labor de anular el tanto y lo concedió. Las protestas fueron menos vehementes por la expulsión de Sol. El equipo sabía que tenía enfrente a un enemigo vestido de negro. Valdez peinó un saque de esquina de Claramunt y de nuevo nos hicimos la ilusión del milagro. Finalmente, Alfonseda marcó el cuarto. Di Stefano no se lo creía. Sáiz Elizondo pasó a la galería de enemigos del alma.

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