Ezequiel Garay era pesimista el lunes por la mañana. Las molestias en la zona lumbar que le impidieron jugar contra el Betis no habían remitido con el paso de los días y el argentino veía con desesperación que se complicaba mucho su participación en el Valencia-Chelsea de Champions. Ni siquiera pudo salir a entrenar con el resto de compañeros. Todo comenzó a cambiar a las cuatro de la tarde de lunes con una llamada telefónica al doctor Antonio Maestro, el médico de confianza de la plantilla desvinculado del club desde la semana pasada. El asturiano le tranquilizó y le comunicó que, si tenía una mínima esperanza de jugar, él se la iba a dar. Garay no se lo pensó ni un segundo. Dijo «me voy», y en un gesto instintivo comenzó a buscar vuelos de València a Asturias a la desesperada y por su propia cuenta.

El central, minutos después y ya con más calma, se puso en contacto con el club y organizó conjuntamente un viaje relámpago a Gijón en busca de una solución. «A la hora que quieras te cojo», le decía Maestro. El argentino se desplazó a la desesperada a hasta Asturias, Maestro alteró su agenda y el jugador entraba en quirófano pasadas las 10 de la noche para ser infiltrado. El jugador durmió en un hotel donde guardó reposo durante toda la mañana antes de tomar un avión hasta València por la tarde. Su siguiente parada, la ciudad deportiva de Paterna. Allí pasaba un test para evaluar su estado físico. El punto álgido de la infiltración se producirá este miércoles por la tarde justo cuando arranque el partido. Todo está perfectamente medido para que Garay sea titular.

El plan es que el argentino acompañe a Gabriel Paulista en el centro de la defensa contra el Chelsea. El argentino quiere jugar a pesar de las molestias lumbares que arrastra desde la semana pasada y está a punto de conseguir lo que hace menos de 48 horas parecía imposible. El central no ha trabajado con el grupo en los ninguno de los tres últimos entrenamientos por una lesión en la espalda. Sin embargo, el lunes por la noche se sometió a esa infiltración en la clínica del doctor Antonio Maestro de Gijón para intentar jugar sin dolor contra los ingleses y ayudar a sus compañeros a clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones. Celades lo ha esperado hasta el final. Garay entró en la lista de 19 y en función de sus sensaciones se tomará una decisión. Está loco por jugar. Todos aprietan por jugar. Como Francis Coquelin. Nadie se lo quiere perder. Eliaquim Mangala sería el sustituto de Garay en el caso de que no estuviera preparado, sin embargo ahora mismo es un escenario que no se contempla. El canterano Hugo Guillamón completa la lista de 19 por si Garay no está en la lista.