Eliaquim Mangala vuelve a sentirse futbolista. El fatídico 10 de febrero de 2018 se rompió la rodilla derecha contra el Crystal Palace jugando con el Everton y desde entonces solo había competido en el Sub-23 del Manchester City. La semana pasada le cambió la vida. El francés volvió a los terrenos de juego contra el Betis y el Villarreal y salió del túnel sin salida en el que se había convertido su carrera deportiva. Atrás deja mañanas, tardes y noches muy duras, momentos de soledad para la reflexión en los que su cabeza iba a mil kilómetros por hora y sacrificios personales de hasta tres sesiones de trabajo diarias. Siempre todo con un comportamiento y profesionalidad ejemplar. Mangala nunca se rindió. Salir de esta lesión es la gran victoria de su vida. «Para mí salir de esta lesión es la victoria más importante en el plano personal, o de mi vida hasta ahora, gané muchos partidos, pero quizá sea la más importante en mi carrera. He pasado momentos muy duros, trabajando y pensando en el día a día. Después de tanto esfuerzo y trabajo, tenía muchas ganas de volver, pero con paciencia sabía que iba a llegar el momento», decía.

Estar tanto tiempo sin competir le ha servido para hacerse más fuerte física y mentalmente. «Estaba muy abajo, estaba más solo, porque estaba centrado en mi recuperación y tenía más tiempo para pensar, mentalmente me ha ayudado mucho a crecer. Como la familia, amigos, compañeros, afición... todos te dan un poco y al final es mucho. He hecho cosas que no hacía cuando jugaba, al final también es una experiencia personal». Eliaquin ha aprendido a conocer su cuerpo y a valorar su capacidad de esfuerzo. «Si quería volver a jugar en un equipo top que juega en la Champions tenía que trabajar más. Si tenía que entrenar tres veces lo hacía. Con todo este proceso he aprendido mucho como funciona mi cuerpo. Salgo de esta lesión importante con mucha más capacidad mental y física», decía al club.

Un factor emocional que ha ayudado a Mangala en los últimos meses ha sido el apoyo del valencianismo. «Cuando estaba lesionado en el Manchester siempre sentí mucho cariño por parte de la afición del Valencia y se lo agradezco. La afición siempre me ha apoyado, incluso cuando estaba lesionado en el Manchester». Se siente en deuda con la afición del Valencia. Por eso fue tan especial volver a Mestalla. «Fue muy agradable volver a jugar y volver a Mestalla, porque es un estadio muy especial para mí. Yo tengo una conexión muy grande con Mestalla y la afición». El apoyo del vestuario también ha sido fundamental para volver a sentirse futbolista. «Somos una familia. Todos son importantes, los fisios... estoy muy agradecido por el apoyo de todos. Todos me ayudaron a volver».

Mangala acabó muy acalambrado ante el Betis. Sus sensaciones fueron mejores contra el Villarreal. El francés espera que esta semana haya sido un punto de inflexión en su carrera. Una prueba más para seguir adelante. «Me siento muy bien, después de tanto tiempo sin jugar, me siento bien y me alegro mucho de volver a competir y ahora empieza un proceso nuevo de entrenar y competir. Es una prueba más en esta carrera. Perdimos en el Villamarín, pero para mí era una victoria a nivel personal, por eso estaba muy contento. Muchos compañeros me dieron la enhorabuena y estaban muy felices. Es un vestuario que está muy unido, es muy importante, son buenos compañeros», aseguraba. Mangala no se conforma. El francés quiere seguir siendo una alternativa para Celades en defensa. Sabe que puede dar más al equipo. «Mi personalidad es cuando empiezo algo es hacerlo a 'full' y por eso estoy aquí de nuevo, porque puedo dar más para el equipo. Podemos ganar, empatar o perder, pero estamos demostrando en la cancha que hacemos las cosas buenas con sacrificio». Mangala es un ejemplo de ello.

Entre algodones para el derbi

Eliaquim Mangala no salió a entrenar por precaución en la vuelta al trabajo del equipo en Paterna y ahora mismo es el candidato número uno para acompañar a Gabriel Paulista en el centro de la defensa el sábado ante el Levante.