El buen momento deportivo con la clasificación para los octavos de final de la Champions suponen al Valencia CF de Peter Lim un auténtico alivio financiero en las horas previas a la Junta General de Accionistas, en la que cada año se repasa la situación del club a todos los niveles. La cita es este viernes a las 16:30 en el Centro de Eventos de Feria Valencia y en la misma no estará presente un año más el máximo accionista, Peter Lim, a pesar de que se encuentra en Europa y en principio sí tiene previsto estar el domingo en Mestalla para asistir al partido ante el Real Madrid.

El Consejo de Administración someterá para su aprobación tanto las cuentas del ejercicio anterior como el presupuesto del actual, el 19/20, que se sitúa en la cifra récord de 183'7 millones de euros, algo por encima de la cifra de volumen de negocio de la temporada anterior, que se elevó finalmente hasta los 177'6 con un beneficio por primera vez en la era Meriton de 1'3 millones. Un presupuesto que el club asumirá sin problemas gracias a los importantísimos ingresos que le va a dar esta Champions League, más de 60 millones ya garantizados, y los 83'5 que ha presupuestado procedentes del operador televisivo que explota LaLiga. En general, el crecimiento en los ingresos del club en estos dos años seguidos de Champions es importante, tanto en ingresos por competición, audiovisuales como en todas las partidas, abonados, publicidad y comercialización, aunque también el de los gastos. Es por eso que la prudencia de la que habla Anil Murthy en cuanto a la gestión para garantizar la sostenibilidad del proyecto, esa frase tan repetida en este ejercicio de que «el Valencia CF alcance otros cien años», no se traduce de momento en una mejora en los datos que arroja la deuda.

Es esta la parte más preocupante de los datos económicos, el alto endeudamiento y un punto en el que ponen especial énfasis los auditores de Ernst & Young, el de la existencia de un fondo de maniobra negativo que asciende a algo más de 136 millones de euros. Se refiere a los recursos financieros a largo plazo de que dispone la sociedad para garantizar su actividad, una situación negativa que los propios auditores matizan explicando que «el grupo cuenta con líneas de financiación disponibles y el compromiso formal del accionista mayoritario de la sociedad dominante de prestar apoyo financiero para garantizar la continuidad de las operaciones». Cuenta, además, con una plantilla de futbolistas con un alto valor en el mercado, que tiene un coste actualmente de 93 millones más otros 53 en amortizaciones. De hecho, las cuentas preven un ingreso por venta de futbolistas que estaría en el ejercicio alrededor de los 40 millones de euros, cifra similar al histórico del club en los últimos años.

El informe económico del Valencia CF contempla que tanto Anil Murthy como el consejero Kim Koh asumen las funciones de director general ejecutivo que ha tenido hasta ahora Mateu Alemany. Por ello, uno de los puntos de esta junta será someter a votación -y aprobación lógicamente con las acciones de Meriton- de una modificación del artículo 15 de los estatutos sociales, mediante el cual regularizará la situación de los consejeros que perciben retribución económica por sus funciones ejecutivas. El nuevo texto establecerá una limitación de hasta el 1'5% de la cifra total de negocio, lo que supondría un total de 2'7 millones de euros como máximo por este concepto.

Meriton, durante el último ejercicio, ha cumplido con sus obligaciones tanto con Bankia, Caixabank como el ayuntamiento de Valencia CF, con los que el club no había comenzado a amortizar deuda hasta la llegada de Lim. La deuda con Bankia por la hipoteca de Mestalla se redujo en el último ejercicio en 12'9 millones, con Caixabank en 1'25 y con el ayuntamiento en algo más de 2 millones. El club, además, mantiene provisionados en sus cuentas más de 23 millones de euros a la espera de la resolución del contencioso con la Unión Europea.

El aumento de la deuda, las negociaciones con ADU Mediterráneo para la operación Mestalla, que permitiría al club reiniciar las obras del futuro estadio, y situaciones deportivas como los fichajes y la salida tanto de Marcelino como de Mateu coparán previsiblemente las preguntas de los accionistas al Consejo de Administración.